Las autoridades sanitarias de la República Democrática del Congo se enfrentan ahora a una nueva amenaza: una enfermedad no identificada parecida a la gripe que ha matado al menos a 71 personas en la provincia sureña de Kwango. Las muertes, ocurridas entre el 10 y el 25 de noviembre en la zona sanitaria de Panzi, incluyen 27 pacientes que fallecieron en el hospital y otros 44 en la comunidad.
El ministro congoleño de Salud Pública, Roger Kamba, subrayó que aún es demasiado pronto para determinar la causa o el modo de transmisión de la enfermedad. En declaraciones a la prensa, dijo: «Parece ser una enfermedad de tipo respiratorio. Dije: aparentemente. Recién recibimos la alerta hace cuatro o cinco días, así que no crean que en tan poco tiempo ya podemos identificar el modo de transmisión.»
De las muertes hospitalarias, 10 se atribuyeron a la falta de transfusiones de sangre, mientras que 17 sucumbieron a complicaciones respiratorias. La enfermedad ha afectado a unas 380 personas, casi la mitad de las cuales son niños menores de cinco años. Los síntomas informados incluyen fiebre, dolor de cabeza, tos y anemia.
El Dr. Diedonne Mwamba, Director General del Instituto Nacional de Salud Pública del Congo, señaló que los factores de vulnerabilidad de la región, como las altas tasas de desnutrición de alrededor del 40% y un historial de epidemias de tifoidea, complican la situación. Dijo: «Estamos realmente en alerta máxima. Necesitamos confirmar mediante diagnósticos las sospechas sobre si se trata de una infección respiratoria».
La zona sanitaria de Panzi, una región remota a unos 700 kilómetros de la capital Kinshasa, plantea desafíos logísticos para la investigación en curso. Expertos en epidemiología están en la región recogiendo muestras para identificar la causa del brote y se esperan resultados en los próximos días, según Jean Kaseya, director del Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Mientras tanto, la República Democrática del Congo continúa luchando contra un brote de viruela, con más de 47.000 casos sospechosos y más de 1.000 muertes, lo que sobrecarga aún más el sistema de salud del país.
Las autoridades sanitarias han pedido precaución mientras continúan las investigaciones sobre esta misteriosa enfermedad, dispuestas a implementar todas las medidas necesarias para proteger a la población.