En la dinámica de la gobernanza urbana en Kinshasa, el nombramiento de Daniel Bumba como gobernador de la ciudad suscita grandes esperanzas. Su reciente asignación de una dotación de 20.000 dólares a cada uno de los 24 municipios de la capital para gastos de funcionamiento sugiere un deseo feroz de restaurar la grandeza de Kinshasa, empañada por las condiciones insalubres, la laxitud y la inmovilidad ambiental.
Durante una reunión con funcionarios municipales, Daniel Bumba les instó a asumir plenamente sus responsabilidades para devolver a Kinshasa su antiguo esplendor. Destacó que el actual deterioro de la ciudad no es inevitable, sino un desafío que debe afrontarse colectivamente. El gobernador denunció la laxitud e inacción de ciertos colaboradores municipales en la lucha contra la insalubridad, la contaminación acústica, los mercados piratas y la ocupación ilícita de espacios públicos.
Llamó a una movilización de los actores locales para implementar el programa “Kinshasa ezobonga”, que incluye acciones como la limpieza de las calles, el mantenimiento de las alcantarillas y la lucha contra las ocupaciones anárquicas. Daniel Bumba también criticó el retraso de algunas autoridades municipales en la presentación de sus planes de desarrollo local.
Los alcaldes, por su parte, expresaron su compromiso de mejorar la situación. El alcalde de Masina, Joseph Shutu, afirmó en particular disponer de un plan de acción concreto para su municipio. Este enfoque proactivo es una señal positiva que da esperanzas de una transformación real a nivel local.
El nombramiento de Daniel Bumba como gobernador de Kinshasa ofrece así un rayo de esperanza para la metrópoli congoleña, siempre que los compromisos adquiridos se materialicen sobre el terreno. La colaboración activa de las autoridades municipales, las fuerzas del orden y la población es esencial para hacer frente a los desafíos actuales y devolver a Kinshasa su grandeza.