El año 2024 estuvo marcado por una triste realidad en las carreteras de la ciudad de Butembo, al este de la República Democrática del Congo. La sucursal de Butembo de la Comisión Nacional de Prevención de Carreteras (CNPR) registró alrededor de 300 accidentes de tráfico durante este período. Estas alarmantes cifras revelan una situación preocupante en materia de seguridad vial.
Las estadísticas reveladas por el jefe interino de la sección CNPR/Butembo, Muhindo Maliro Samuel, ponen de relieve un saldo trágico: 88 personas perdieron la vida y 215 resultaron gravemente heridas en estos accidentes. Estas cifras, aunque ya muy elevadas, no tienen en cuenta los daños materiales ni los heridos leves, lo que refleja la magnitud de la tragedia vial que sufre la población de Butembo.
Entre los factores que desencadenan estos accidentes, el desconocimiento del nuevo código de circulación aparece en lo más alto de la lista. Muchos conductores no parecen dominar las normas básicas de circulación, poniendo así en peligro sus vidas y las de otros usuarios de la vía. La conducción en estado de ebriedad también se señala como una de las principales causas de estos accidentes. Según Muhindo Maliro Samuel, el 90% de los accidentes se deben a conducir en estado de ebriedad, un comportamiento irresponsable que debe ser severamente condenado.
Al contrario de lo que algunos podrían pensar, el mal estado de las carreteras no es el principal motivo de estos accidentes. De hecho, la mayoría de los incidentes se produjeron en carreteras asfaltadas, especialmente en el Boulevard President de la République. Estas cifras ponen de relieve la necesidad de una mayor concienciación entre los conductores sobre las normas de conducción y su responsabilidad en la carretera.
Ante esta alarmante situación, la filial CNPR de Butembo lanzó una campaña de sensibilización sobre ciudadanía vial, con el objetivo de informar y educar a los usuarios de la vía. Es fundamental que todos los conductores se familiaricen con las nuevas normas de circulación y adopten comportamientos responsables para prevenir accidentes y salvar vidas.
En conclusión, la seguridad vial es asunto de todos. Es imperativo que todos contribuyan, con su comportamiento y el cumplimiento de las normas de circulación, a hacer nuestras carreteras más seguras. La prevención de accidentes de tráfico requiere una concienciación continua y colectiva de la importancia de la seguridad en nuestras carreteras. Es hora de tomar medidas efectivas para poner fin a esta masacre vial y garantizar a todos el derecho a viajar con total seguridad.
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