** Título: Servicio militar obligatorio: ¿Hacia una reinvención de la identidad patriótica congoleña? **
El 2 de abril de 2025, un anuncio vibró los muros del Palacio Popular en Kinshasa: se presentó un proyecto de ley que estableció un servicio militar obligatorio en la República Democrática del Congo (DRC) en la Asamblea Nacional. Detrás de esta iniciativa esconde un deseo de afirmar la soberanía nacional frente a las amenazas externas, pero esta decisión también plantea preguntas profundas sobre el significado de la identidad nacional, la capacitación cívica y el papel de los jóvenes en la sociedad congoleña.
### ¿Una recuperación de la historia militar?
Claude Misee, diputado de la Unión para el Nacional Congolés, evoca la importancia de alimentar una conciencia patriótica entre los jóvenes congoleños, argumentando que una capacitación de seis meses sería imperativa de forjar a los ciudadanos comprometidos y conscientes de los valores de su país. Pero, ¿qué implica realmente la renovación del servicio militar en un país cuya historia reciente está marcada por el conflicto y la lucha por la integridad territorial?
Es crucial recordar que la RDC ha pasado por períodos tumultuosos, donde los jóvenes a menudo han sido instrumentalizados. Si la educación militar realmente puede fortalecer la sensación de pertenencia, es una herramienta potencialmente peligrosa si se percibe como una simple respuesta a las crisis de seguridad en lugar de una dinámica real hacia la reconciliación. Como comparación, naciones como Israel, debido a su servicio militar obligatorio, han cultivado una cultura de responsabilidad cívica, pero esto requiere una base de valores democráticos sólidos.
### La necesidad de entrenamiento holístico
El proyecto de ley no solo ofrece entrenamiento militar, sino también un enfoque cívico e ideológico. Esto plantea la cuestión de si un entrenamiento tan cursivo realmente puede transformar la mente de un adulto joven en un patriota comprometido. Los países que han logrado establecer un servicio militar productivo a menudo lo han acompañado a programas que promueven los valores humanistas, el desarrollo personal y la mente crítica.
La capacitación mencionada por MISARE incluye habilidades técnicas y valores éticos, pero ¿es suficiente? Para que los jóvenes realmente se comprometan, es crucial que la capacitación esté vinculada a soluciones concretas a los problemas diarios que enfrentan, como el desempleo, la educación y el acceso a los servicios de salud. Al integrar elementos como el liderazgo, la resolución de conflictos y la ciudadanía activa, este marco podría aclarar el camino hacia un cambio social real.
### Juventud: ¿Un activo o una carga?
La RDC se encuentra entre los países con la población más joven del mundo, con casi el 70 % de su población menor de 30 años. Esta observación plantea la pregunta: ¿Va a movilizar esta fuerza potencial armando de conocimiento y habilidades militares en el momento de las crisis, o construirá un mercado de jóvenes frustrados y desilusionados por un sistema que no les ofreció alternativas?
El riesgo de represión e instrumentalización de los jóvenes también debe tenerse en cuenta. ¿Cómo podría un marco de educación militar transformarse en una herramienta de control social? Un análisis cuidadoso de la implementación de esta ley puede resaltar los límites entre el compromiso cívico y la manipulación.
### Impacto en las relaciones internacionales
Finalmente, la forma en que la comunidad internacional recibirá esta iniciativa podría tener repercusiones en las relaciones con la RDC con sus vecinos. Un mayor compromiso militar podría exacerbar las tensiones existentes, especialmente con Ruanda. ¿Podría resultar en una carrera armamentista, o por el contrario un diálogo de paz basado en la diplomacia reforzada, si el país se percibe como listo y está decidido a defender su integridad?
### Conclusión: hacia una nueva ética de servicio
El proyecto de ley sobre el servicio militar obligatorio en la RDC representa una oportunidad sin precedentes para repensar la forma en que los congoleños se perciben y participan en su país. Sin embargo, debe estar marcado por un enfoque equilibrado, que no se limita al aspecto militar, pero que también aborda la capacitación cívica, la ética y el lugar de la juventud en la construcción del estado. El discurso y las preocupaciones de la juventud deben estar en el centro de esta reforma para evitar la militarización excesiva que podría volverse contra sus verdaderos objetivos. Por lo tanto, el desafío radica en la creación de un servicio que está realmente al servicio de la paz, la democracia y el compromiso cívico.
La DRC debe tomar una decisión: use a los jóvenes para construir un futuro del Pacífico anclado en valores compartidos, o dejar que la otra dicte una política militante que podría llevarlo a tumultuosas mañana.