### Kasumbalesa: La revolución de la seguridad en el corazón de Haut-Katanga
En la encrucijada de los caminos entre los problemas económicos y de seguridad, Kasumbalesa, una ciudad fronteriza amasada por la historia y los desafíos, es un caso relevante para comprender la compleja cohabitación entre la gobernanza local y la seguridad pública. Bajo el liderazgo de André Kapampa, alcalde dinámico de esta emblemática ciudad de Haut-Katanga, se otorga un nuevo límite a la gobernanza de la seguridad, marcada por la intensificación de la popularización de textos legales enmarcando este tema.
#### Una iniciativa anclada en la realidad local
El 7 de abril, la reunión orquestó con los funcionarios de las entidades territoriales, bajo el patrocinio del Ministro del Interior, testificó un deseo real de involucrar a todos los interesados en la lucha contra la inseguridad. De hecho, la ciudad de Kasumbalesa, no solo de tránsito estratégico en el comercio con Zambia, ha experimentado un aumento inquietante en los actos criminales durante varios años, desde robos hasta accidentes de carretera.
Esta realidad destaca la ausencia de un marco legal bien definido, que a veces podría guiar las decisiones, a veces para capacitar a los actores locales. Formalizar las reglas operativas de los comités de seguridad podría ser una palanca poderosa para activar para detener el aumento del delito. Kapampa tiene razón al enfocarse en la transición de un sistema basado en nosotros y las costumbres a un marco normativo, reconociendo que las reglas claras no solo pueden establecer un clima de confianza, sino también fortalecer la legitimidad de las autoridades locales.
#### Comparación con otras experiencias africanas
La iniciativa Kasumbalesa es aún más relevante si se pone en paralelo con casos de otras ciudades africanas, enfrentadas con problemas similares. En Kigali, por ejemplo, la implementación de los comités de seguridad del vecindario no solo hizo posible reducir significativamente los delitos, sino que también ha favorecido la conciencia comunitaria y la cohesión social reforzada. Las estadísticas hablan por sí mismas: entre 2010 y 2019, la ciudad registró una disminución del 40% en los actos penales gracias a este enfoque comunitario.
Por el contrario, ciudades como Kinshasa, que están luchando por establecer una colaboración efectiva entre la policía y la población, ilustran la importancia de un marco legal bien definido. La ausencia de este último puede conducir a un clima de desconfianza y creciente marginalidad de actores populares, a menudo indefensos frente a la violencia.
#### Mobilización colectiva: un problema de capital
La visión exhibida por André Kapampa, centrada en la inclusión de todos en la gestión de la seguridad, es de importancia estratégica en un contexto en el que el miedo al crimen debilita los lazos sociales.. El alcalde enfatizó que la movilización colectiva constituye una de las claves para la resiliencia local: «implicar a la comunidad en las decisiones de seguridad no es simplemente deseable; es imperativo crear un entorno pacífico donde todos se sientan seguros».
Este deseo de resaltar el papel activo de los ciudadanos es aún más necesario en un país donde el distanciamiento entre los gobernantes y los gobernados a menudo ha sido un punto de fricción. Los comités de seguridad locales, cuando están bien integrados en este proceso, permiten responder a las preocupaciones inmediatas mientras fortalecen el tejido social.
#### a un futuro más seguro
Si bien la ciudad se está embarcando en esta iniciativa prometedora, sería útil abordar la cuestión de los recursos necesarios para una implementación eficiente. Además de un marco legal sólido, la capacitación de los miembros de los comités locales y la conciencia de la población siguen siendo cuestiones esenciales. La experiencia de otros países que optó por la capacitación centrada en la gestión de conflictos y la mediación podría servir como modelo.
En conclusión, el enfoque de André Kapampa podría tener éxito en redefinir el panorama de seguridad de Kasumbalesa. Al reconocer que la seguridad no se limita a la mera presencia de la policía, sino que es un bien colectivo, esta iniciativa requiere responsabilidad, que involucra a cada miembro de la comunidad. Es con esta ambición que la ciudad podría convertirse gradualmente en un espacio más seguro y armonioso, donde las relaciones entre los ciudadanos y sus líderes se transformarían positivamente. Si se materializan las promesas de un marco legal adecuado, entonces Kasumbalesa bien puede convertirse en un ejemplo a seguir para otras localidades que enfrentan desafíos similares.