“Revelaciones inquietantes: El cierre del yacimiento petrolífero de al-Sharara en Libia está vinculado al tráfico de armas y a cuestiones geopolíticas”

Desde principios de 2024, el acontecimiento que ha sido noticia en Libia ha sido el cierre del yacimiento petrolífero de al-Sharara. Este campo, considerado el más grande del país, fue bloqueado por manifestantes que exigían mejores condiciones socioeconómicas en la región del sur de Libia.

Sin embargo, según recientes revelaciones de la prensa española, parece que otras motivaciones influyeron en este prolongado cierre. De hecho, medios españoles informaron que Saddam Haftar, influyente hijo del mariscal Haftar que dirige el Ejército Nacional Libio (LNA), habría organizado este cierre en represalia por la interceptación por parte de las autoridades españolas del tráfico de armas con destino Libia.

Según fuentes policiales españolas, en 2023 se incautaron armas y material militar procedentes de Europa, con destino final a Bengasi. Saddam Haftar, al frente de la brigada Tarek Ben Ziad, habría sido el destinatario de estas armas. Supuestamente buscó venganza perturbando los intereses de la petrolera española Repsol, que explota principalmente el yacimiento de al-Sharara.

Esta conexión entre el tráfico de armas y el cierre del yacimiento petrolífero plantea dudas sobre las verdaderas motivaciones detrás de este bloqueo. Algunos medios españoles sugieren que Saddam Haftar pretendía imponer una nueva ecuación a Europa: petróleo por armas.

El cierre del campo petrolero provocó un aumento de los precios mundiales del petróleo, ya que la producción libia se detuvo temporalmente durante más de dos semanas. Esta situación ha tenido un impacto en la economía global y ha puesto de relieve la fragilidad de la situación en Libia, un país que ya se enfrenta a numerosos desafíos políticos y económicos.

Es importante enfatizar que estas revelaciones se basan en fuentes policiales y, por lo tanto, deben considerarse con cautela. Sin embargo, resaltan los complejos vínculos entre la economía petrolera y los conflictos políticos en Libia, así como las cuestiones geopolíticas que rodean estos temas.

La situación en Libia sigue siendo muy inestable, con varias facciones rivales compitiendo por el poder y utilizando los recursos naturales del país como medio de presión y manipulación. Las recientes revelaciones sobre el cierre del campo petrolero de al-Sharara resaltan una vez más la necesidad de una solución política duradera para poner fin a los conflictos y permitir que el país se reconstruya sobre bases sólidas.

En conclusión, el cierre del campo petrolero de al-Sharara en Libia ha revelado elementos inquietantes sobre las motivaciones que llevaron a este bloqueo prolongado. Las revelaciones en la prensa española sobre el vínculo entre el tráfico de armas y este cierre ponen de relieve las complejas cuestiones que rodean la economía petrolera del país y las tensiones geopolíticas que se derivan de ella.. La situación en Libia sigue siendo precaria y requiere una solución política duradera para establecer la estabilidad y permitir que el país se reconstruya sobre bases sólidas.

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