A pesar de los esfuerzos por garantizar la seguridad de las poblaciones en la región de Ituri, en la jefatura de Walese-Vonkutu, los ataques perpetrados por los rebeldes ugandeses de las ADF siguen sembrando el terror entre los civiles. En menos de dos semanas, 18 personas han perdido la vida y otras 5 están desaparecidas, sumiendo a la comunidad en el dolor y la incertidumbre.
Según Soniau Malangai Dieudonné, secretario de la sociedad civil de la jefatura, los pueblos de Makanga, Ofay, Sesa, Ngereza y Bandimbese se vieron especialmente afectados por estos bárbaros ataques. Los habitantes, obligados a huir para escapar de la violencia, se encuentran desplazados y buscan refugio en la ciudad de Komanda.
La situación es alarmante y el llamado al ejército para garantizar la seguridad de los civiles en la región es más urgente que nunca. También se pide al administrador militar del territorio de Irumu que acuda al lugar y evalúe la realidad sobre el terreno, con el fin de tomar medidas concretas para proteger a las poblaciones vulnerables.
La autoridad territorial también ha tomado medidas restrictivas, prohibiendo todo acceso más allá de los 5 kilómetros de la Carretera Nacional 4 debido al deterioro de la situación de seguridad. Ante este recrudecimiento de la violencia, es imperativo fortalecer las acciones para asegurar la región y garantizar la protección de los civiles contra estos ataques mortales.
Es fundamental sensibilizar a la opinión pública sobre este drama que se desarrolla en las sombras, lejos de la atención de los medios de comunicación. También es necesario alertar a la comunidad internacional sobre la crítica situación de las poblaciones civiles, presa del terror de los grupos armados, para que pueda tomar medidas que pongan fin a esta violencia inaceptable.
Si seguimos los acontecimientos y mantenemos nuestra solidaridad con las poblaciones afectadas, podemos esperar un futuro más seguro y pacífico para la jefatura Walese-Vonkutu en Ituri.