Desde principios de 2024, Agnes Marciniak-Kostrzewa se vio inundada por una avalancha de llamadas a su teléfono. Con 25 años de experiencia en el sector inmobiliario facilitando a los polacos la adquisición de viviendas en las costas del sur de España, nunca antes había experimentado un interés tan ferviente. La búsqueda de un cambio desde las costas del Báltico hacia el Mediterráneo está impulsada por diversos factores. Más de tres décadas después del colapso del comunismo, los polacos están más acomodados que nunca. Muchas personas que iniciaron negocios a principios de la década de 1990 ahora están considerando la jubilación. Además, el trabajo remoto, popularizado por la pandemia, ha permitido a muchos vivir de manera más flexible y elegir climas más cálidos.
Sin embargo, según varios agentes inmobiliarios consultados por CNN, sus clientes mencionan otro motivo para su interés: la guerra de Rusia en Ucrania y el temor a su posible expansión.
«Observé dos oleadas de creciente interés en la compra de propiedades. La primera fue en febrero de 2022, justo después del inicio de la guerra, y la segunda desde febrero de 2024», comentó Marciniak-Kostrzewa.
En las últimas semanas, el ánimo se ha visto ensombrecido a medida que Rusia busca capitalizar sus recientes victorias en el campo de batalla, probando líneas del frente y bombardeando ciudades ucranianas. El presidente Volodomyr Zelensky advirtió esta semana que si el Congreso estadounidense no aprueba la ayuda militar, Ucrania «perderá la guerra».
Las declaraciones de destacadas figuras occidentales han sembrado el pánico en otras partes de Europa del Este. En febrero, el expresidente estadounidense Donald Trump dijo que alentó a Rusia a hacer «lo que quiera» con cualquier miembro de la OTAN que no cumpla con sus compromisos financieros. El primer ministro polaco, Donald Tusk, advirtió el mes pasado que Europa se encuentra en una «era de preguerra».
Luego de las declaraciones de Trump y Tusk, Marciniak-Kostrzewa y su equipo recibieron numerosas llamadas de personas interesadas en comprar propiedades de forma rápida, preguntando por los procedimientos y tiempos involucrados en adquirir las llaves de una vivienda.
En 2023, un número sin precedentes de polacos adquirieron propiedades en España, superando el récord anterior, según la agencia Bizblog.
María Ruiz López, notaria con sede en España y Varsovia, ha reportado una demanda en constante aumento desde el inicio del año.
«Muchos de nuestros clientes mencionan el miedo a la guerra y a Rusia como la razón principal para comprar una propiedad, como una medida de precaución para poder marcharse rápidamente si fuera necesario», afirmó.
Algunos compradores adquieren propiedades con un toque de pánico. López compartió el caso de un cliente que compró un inmueble el mes pasado para evitar ser reclutado por el ejército polaco. En otro caso, un cliente adquirió un apartamento en España impulsado por el temor a una posible extensión de la guerra y solicitó mantenerlo desocupado para poder acceder rápidamente si es necesario.
Otros, como Wieslaw, un jubilado polaco, consideran que la posibilidad de que la guerra llegue a Polonia es un evento poco probable pero de gran impacto, por lo que decidió asegurarse adquiriendo una propiedad en Andalucía, al sur de España. La situación en Ucrania fue el detonante de su decisión.
Para la mayoría, la compra de una propiedad representa tranquilidad, un plan de respaldo para quienes tienen la posibilidad económica de hacerlo. Un comprador anónimo expresó que la guerra fue la razón principal detrás de su rápida decisión de compra, destacando la importancia de contar con un segundo hogar en caso de necesidad.
Aunque esta tendencia puede ser más pronunciada entre los polacos, dada su historia y situación geográfica, otros países de Europa del Este también están mirando hacia Occidente en búsqueda de seguridad y estabilidad. Liivia Illak, quien vende propiedades españolas principalmente a clientes de Estonia, ha notado un creciente interés en adquirir propiedades más pequeñas como medida de precaución.
En un contexto donde la incertidumbre y la inestabilidad política prevalecen en Europa del Este, la adquisición de propiedades en el extranjero se está convirtiendo en una opción popular para quienes buscan resguardar sus activos y garantizar un lugar seguro en caso de contingencias.