La reciente controversia sobre el uso de inteligencia artificial para imitar a George Carlin en un podcast de comedia ha llegado a una resolución tras un acuerdo entre los creadores de «Dudesy» y los herederos de Carlin, poniendo fin a las acciones legales iniciadas por la familia del fallecido comediante.
El caso refleja el papel en evolución de la IA en el entretenimiento, un tema de preocupación para muchos creativos, que tomó relevancia durante las huelgas de Hollywood del año pasado.
Aunque los detalles del acuerdo permanecen confidenciales, el episodio controvertido titulado «George Carlin: Me alegro de estar muerto» ha sido retirado del sitio web y de otras plataformas de transmisión.
Kelly Carlin, hija de George Carlin, expresó su satisfacción por la rápida y amistosa resolución, elogiando la responsabilidad de los acusados al eliminar el video. Destacó la importancia de generar conciencia sobre los riesgos que la inteligencia artificial puede plantear y la necesidad de salvaguardias para proteger a los artistas y a la humanidad en general.
El uso de la IA en la industria del entretenimiento plantea dilemas éticos y legales. Mientras algunos defienden su capacidad para reducir costos y fomentar la innovación, otros argumentan que se basa en el trabajo de artistas humanos, a menudo sin consentimiento o compensación, lo que plantea peligros morales como la resurrección virtual de artistas fallecidos.
Josh Schiller, abogado del patrimonio de Carlin, confía en que este acuerdo sirva como modelo para resolver disputas similares en el futuro y abogó por una acción legal rápida y contundente ante violaciones de derechos de artistas o figuras públicas.
«Dudesy», un podcast que combina presentadores humanos e IA para crear contenido, ya enfrentó controversias previas por imitar a Tom Brady, ex estrella del fútbol americano.
George Carlin, conocido por su humor crítico, se ha convertido en una figura icónica en la comedia y su legado perdura tras su fallecimiento en 2008.
En resumen, este caso subraya los desafíos éticos y legales del uso de la IA en el entretenimiento, enfatizando la importancia de proteger los derechos de los artistas y regular esta tecnología para preservar la integridad artística y el respeto a la propiedad intelectual.