Las elecciones presidenciales de 2024 en Comoras han provocado fuertes tensiones y acusaciones de fraude entre el presidente saliente Azali Assoumani y la oposición. A pesar de los llamamientos de varias figuras de la oposición para boicotear la votación, cinco candidatos se presentaron contra el presidente Assoumani, quien dijo que confiaba en su victoria.
Sin embargo, los candidatos de la oposición denunciaron fraude y manipulación de las urnas en varias localidades desde el inicio de la votación. Mouigni Baraka Said Soilihi, uno de los candidatos de la oposición, afirmó durante una rueda de prensa que estas elecciones estuvieron marcadas por un fraude electoral, con la complicidad del ejército, similar a la situación de 2019.
A pesar de estas acusaciones, el presidente Assoumani desestimó los informes de irregularidades cuando se abrieron los colegios electorales, diciendo que no había oído hablar de ellas. También explicó la baja participación por las malas condiciones meteorológicas.
El recuento de votos comenzó por la tarde, tras el cierre de los colegios electorales, a menudo a la luz de las velas, en determinados lugares, y bajo fuerte vigilancia policial. La oposición, sin embargo, cuestionó la integridad del proceso de recuento y denunció un juego peligroso que podría provocar un aumento de las tensiones.
Se espera que los resultados completos de estas elecciones se publiquen a finales de esta semana. Mientras tanto, los comoranos asisten a un clima de tensión e incertidumbre sobre el futuro político de su país.
De hecho, Azali Assoumani ha estado en el poder desde 2016, tras haber ampliado su mandato mediante un controvertido referéndum constitucional en 2018, que eliminó los límites del mandato presidencial. Su predecesor, Ahmed Abdallah Sambi, fue condenado a cadena perpetua en noviembre de 2022 por alta traición.
Las sospechas de fraude electoral se vieron alimentadas por la publicación tardía de las listas electorales, lo que dejó a muchos ciudadanos sin saber dónde votar. La oposición también criticó el nombramiento supuestamente partidista del personal de los colegios electorales a favor del partido gobernante.
A pesar de estos obstáculos, casi 340.000 personas tenían derecho a votar en este país predominantemente musulmán, que se independizó de Francia en 1975. Comoras enfrenta muchos desafíos socioeconómicos, con el 45% de la población viviendo por debajo del umbral de pobreza, según World Banco.
Si bien todavía se esperan los resultados de las elecciones presidenciales de 2024 en las Comoras, los comoranos siguen enfrentándose a la incertidumbre sobre la dirección futura de su país. Hay mucho en juego y las decisiones que se tomarán tendrán un impacto significativo en el pueblo y el futuro político de Comoras.