En el paisaje político de Nigeria, el Congreso de Todos los Progresistas (APC) ha sido un actor principal desde su creación. Sin embargo, recientemente ha enfrentado desafíos significativos que ponen de manifiesto la importancia de la rendición de cuentas para el partido. Este aspecto es crucial para que el APC pueda cumplir su potencial como una fuerza transformadora en la política nigeriana.
Cuando el APC surgió, generó optimismo entre los nigerianos debido a los debates inclusivos que marcaron su formación. Había grandes expectativas sobre el cambio positivo que podría impulsar este nuevo partido.
Sin embargo, según Salihu Lukman, ex director general del Foro de Gobernadores Progresistas (PGF), el APC parece haber perdido su identidad como un partido progresista con visión de futuro. Lukman ha expresado su preocupación por las decisiones tomadas por los líderes del APC, especialmente antes de las elecciones generales de 2015 y la formación del gobierno federal posterior. Estas decisiones parecen haberse apartado de las aspiraciones profundas del pueblo nigeriano.
Lukman señala que muchos líderes del partido, que podrían haber garantizado la rendición de cuentas y el cumplimiento de las promesas de campaña en el manifiesto del APC, han descuidado estas responsabilidades al buscar puestos gubernamentales para sí mismos.
Ante esta situación y el incumplimiento de las expectativas públicas y las promesas electorales en los últimos nueve años, Lukman enfatiza la necesidad de que el presidente Asiwaju Tinubu anime a los líderes del APC a iniciar un proceso de reevaluación dentro del partido.
Según Lukman, esta reevaluación debería conducir a una reinvención de la política progresista en Nigeria, reconociendo que lo que vemos hoy en el APC dista mucho de ser políticamente progresista. A pesar de las esperanzas iniciales depositadas en el APC en 2013, esta orientación progresista se ha visto comprometida y perdida en el camino.
En resumen, la rendición de cuentas parece ser la piedra angular que permitirá al APC recuperar su naturaleza original como partido progresista y satisfacer las expectativas del pueblo nigeriano. Es vital que los líderes del partido se cuestionen y se reconecten con los principios fundamentales que inspiraron su creación. El futuro político de Nigeria depende, en parte, de la capacidad del APC para volver a sus valores fundamentales y recuperar la confianza de la población.