Una urgente llamada a la acción humanitaria ha sido emitida desde la conflictiva región de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo, donde la crisis humanitaria ha alcanzado niveles alarmantes y pone en peligro la vida de miles de civiles ya vulnerables. Trece misiones diplomáticas junto con la delegación de la Unión Europea realizaron una evaluación en el terreno en Goma, revelando hallazgos alarmantes que requieren una respuesta inmediata y coordinada.
La escalada de violencia en Kivu del Norte e Ituri está teniendo un impacto devastador en la población local, sumida en los estragos de los conflictos armados en curso. A pesar de los esfuerzos humanitarios, las necesidades de las poblaciones desplazadas y vulnerables siguen sin cubrirse adecuadamente. Es crucial poner fin a este ciclo de violencia para permitir un acceso seguro a la ayuda humanitaria esencial y facilitar el retorno de las personas desplazadas en condiciones de seguridad y dignidad.
La respuesta a esta crisis debe ser integral, combinando medidas humanitarias inmediatas con acciones políticas sostenibles. La necesidad de un proceso político inclusivo para resolver el conflicto fue enfatizada por los diplomáticos, quienes expresaron su respaldo a los esfuerzos de paz regionales. El respeto al derecho internacional humanitario y a los derechos humanos es fundamental, y todas las partes involucradas deben cumplir con estas obligaciones sin excepción.
En el terreno, se observaron las precarias condiciones en las que viven las poblaciones desplazadas, expuestas a diversos riesgos como la violencia sexual y las violaciones de sus derechos fundamentales. Proteger los sitios de desplazados internos y garantizar la seguridad de los refugiados deben ser prioridades máximas, lo que requiere medidas rigurosas y coordinadas.
La importancia de la misión de la MONUSCO en la región fue destacada, en línea con la Resolución 2717 del Consejo de Seguridad de la ONU. Se subrayó la necesidad de una retirada gradual y responsable de la misión de paz como parte de una estrategia integral para fortalecer la estabilidad y la seguridad en la región.
En resumen, la crisis humanitaria en Kivu del Norte demanda una acción urgente, coordinada y decidida por parte de la comunidad internacional. La respuesta humanitaria debe fortalecerse en colaboración con todos los actores involucrados para abordar eficazmente las necesidades de las poblaciones afectadas y promover un proceso de paz inclusivo y sostenible en la región. El compromiso de las misiones diplomáticas y de la Unión Europea con esta respuesta humanitaria sigue firme, en solidaridad y respeto a la población local en su búsqueda de paz y dignidad.