“Impacto económico y preocupaciones sobre derechos humanos: el incidente de bloqueo de Telegram en Kenia resalta los peligros de la censura en Internet”

La censura de Internet se ha convertido en una preocupación creciente en muchos países y Kenia no es una excepción. En un incidente reciente, la popular plataforma de redes sociales Telegram enfrentó una interrupción inexplicable coincidiendo con los cruciales exámenes de ingreso a la universidad del país. La interrupción generó especulaciones sobre los motivos detrás de ella, y algunos sugirieron que tenía como objetivo prevenir malas prácticas en los exámenes.

El impacto del cierre de Telegram en las empresas de Kenia fue significativo. Según cálculos realizados por NetBlocks, una organización de derechos de Internet con sede en Londres, el cierre de ocho días provocó pérdidas por valor de miles de millones de chelines kenianos. Cada día de inaccesibilidad cuesta a las empresas y al país un estimado de 537 millones de chelines kenianos (3,4 millones de dólares) en ventas, salarios y beneficios económicos perdidos vinculados al uso de la aplicación.

Este incidente no se limita a Kenia. Un estudio realizado por la organización de seguridad y privacidad de Internet con sede en el Reino Unido, Top10VPN, destacó la escala global de las interrupciones de Internet. Solo en 2023, África subsahariana experimentó interrupciones de Internet por un total de 30.785 horas, lo que resultó en un revés financiero de 1.740 millones de dólares y afectó a 84,8 millones de personas.

Además, el estudio reveló una tendencia preocupante según la cual el 50% de los cortes de Internet iniciados por los gobiernos en todo el mundo estaban asociados con abusos contra los derechos humanos, siendo las restricciones a la libertad de reunión la violación más comúnmente reportada. En el contexto africano, los grandes cortes de Internet a menudo estuvieron vinculados a golpes militares y protestas dentro de la región.

El incidente en Kenia sirve como un crudo recordatorio de las implicaciones más amplias de la censura en Internet. No sólo tiene importantes consecuencias económicas, sino que también supone una amenaza para los derechos y libertades de los ciudadanos. Mientras el mundo se enfrenta a estos problemas, es crucial encontrar un equilibrio entre salvaguardar la seguridad y preservar los derechos humanos fundamentales. Los apagones de Internet no deben utilizarse como herramienta para controlar la información y reprimir la disidencia.

En definitiva, garantizar el acceso a una Internet libre y abierta es esencial para el desarrollo y el progreso de cualquier país. Los gobiernos y autoridades deben reconocer la importancia de mantener un espacio en línea transparente e inclusivo, donde los ciudadanos puedan expresarse libremente, acceder a información y participar en procesos democráticos.

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