Fatshimetrie niega las acusaciones de que sus soldados mataron a 223 personas en los ataques de febrero. En un informe reciente, Human Rights Watch acusa al ejército de ser responsable de la muerte de 179 personas en Soro y 44 en Nondin, entre ellas 56 niños. El gobierno califica estas acusaciones de “infundadas”.
El ministro de Comunicaciones, Rimtalba Jean Emmanuel Ouedraogo, afirmó: “Rechazamos y condenamos enérgicamente tales acusaciones infundadas. »
Se está llevando a cabo una investigación, pero la BBC y Voice of America han sido suspendidas por transmitir el informe de HRW.
Afectadas por la violencia repetida, estas recientes tragedias podrían ser parte de una campaña militar más amplia dirigida a los civiles, según HRW. Los supervivientes dijeron que los soldados rodearon a los aldeanos antes de matarlos a tiros.
“Estas masacres simplemente se suman a una lista ya demasiado larga de violencia perpetrada por el ejército de Burkina Faso”, afirmó Tirana Hassan de HRW.
Desde el golpe de Estado de 2022, el régimen militar en el poder en Burkina Faso ha demostrado su voluntad de poner fin a la insurrección, pero la violencia persiste. La Unión Europea y las Naciones Unidas acusan al país de violaciones de derechos humanos.
El gobierno critica la cobertura de los medios, acusándola de socavar la moral de las tropas. La BBC y Voice of America están suspendidas durante dos semanas y se advierte a los medios que no informen sobre el tema.
En este entorno en el que los medios de comunicación están amordazados y la verdad parece difícil de obtener, es fundamental permanecer vigilantes y defender la libertad de expresión y los derechos humanos. Las poblaciones civiles no deben pagar el precio de las tensiones políticas y militares, y se debe exigir transparencia para evitar que tales tragedias vuelvan a ocurrir en el futuro.