Nigeria es actualmente escenario de una huelga de legisladores, tras un enfrentamiento con el gobierno sobre la autonomía financiera de las asambleas estatales. Esta huelga, iniciada por la Asociación de Personal de la Asamblea Nacional de Nigeria (PASAN), se produce tras la expiración de un ultimátum emitido el pasado mes de marzo.
La situación se debe a la falta de aplicación de la plena autonomía financiera prevista en el artículo 121 de la Constitución de 1999, que el estado de Anambra se niega a aplicar a pesar de los acuerdos alcanzados con el Foro de Gobernadores de Nigeria y la Conferencia de Presidentes de los Estados. Esta inacción llevó a los miembros de PASAN a lanzar una huelga a nivel nacional, afectando así el buen funcionamiento de las asambleas estatales.
Esta huelga recuerda a la que tuvo lugar en noviembre de 2023 y que provocó la suspensión del movimiento tras un acuerdo entre las distintas partes interesadas. Sin embargo, el incumplimiento de los compromisos asumidos en su momento empujó a los miembros de PASAN a salir nuevamente a las calles para defender sus derechos.
Esta situación resalta la importancia de la autonomía financiera de las asambleas estatales para garantizar un funcionamiento democrático y transparente, e ilustra los desafíos que enfrentan los trabajadores del sector público en Nigeria. Es fundamental que las autoridades encuentren una solución justa y duradera para garantizar el respeto de los derechos de los trabajadores y la buena gobernanza en el país.