En el corazón de las orillas del majestuoso río Congo, se abre un mundo fascinante donde los pescadores Banunu y Libinza perpetúan las tradiciones ancestrales de caza de cocodrilos. En esta cautivadora historia, nos sumergimos en el corazón de este patrimonio cultural, donde el pasado está estrechamente entrelazado con la vida cotidiana de estos valientes hombres.
A través de los conmovedores testimonios de Michel Koko, alias Lebe, y Papa Baron Missiki, descubrimos un mundo donde la caza y la pesca alguna vez fueron fuentes de riqueza y respeto. El dominio de la lanza, transmitido de generación en generación, se convierte entonces en el símbolo de esta profunda conexión con la naturaleza salvaje del río.
Las leyendas que rodean a los cocodrilos, auténticos guardianes de las aguas del Congo, se mezclan con técnicas de caza transmitidas de padres a hijos. La previsión de los pescadores, alimentada por rituales ancestrales y el respeto por las criaturas de la naturaleza, guía sus acciones y decisiones diarias.
Sin embargo, el tiempo no perdona estas tradiciones milenarias. La presión humana, el cambio climático y la escasez de especies ponen en duda el futuro de estas actividades ancestrales. La regulación de la caza y la pesca, aunque necesaria para preservar la biodiversidad, plantea sus propios desafíos para estas comunidades ribereñas del río Congo.
Entre la nostalgia por el pasado glorioso de la caza de cocodrilos y la adaptación a las nuevas realidades económicas, los pescadores y cazadores del río enfrentan decisiones difíciles. Algunos recurren a otras actividades, como la piscicultura, mientras que otros se ven obligados a realizar prácticas ilegales para satisfacer sus necesidades básicas.
En el mercado Lingunda de Mbandaka, un lugar emblemático donde se mezclan los olores de la carne de cocodrilo y la emoción del comercio local, se unen cuestiones económicas y medioambientales. La supervivencia de estas comunidades depende a menudo de la venta de animales salvajes, a pesar de las prohibiciones y los esfuerzos por preservar las especies.
En esta compleja dinámica entre tradición y modernidad, entre preservación de la naturaleza y necesidad económica, los pescadores del río Congo están abriendo camino con coraje y determinación. Su patrimonio cultural, marcado por la caza de cocodrilos, sigue siendo un testimonio vibrante de la riqueza y diversidad de este patrimonio vivo, anclado en las aguas tumultuosas del río Congo.