La elección de la República Democrática del Congo como posible sede del partido del Trofeo de Campeones de Francia plantea interrogantes sobre las motivaciones políticas y geopolíticas que podrían esconderse detrás de esta decisión. Si bien la Liga Profesional francesa tarda en fijar el lugar de la reunión, el anuncio de la propuesta del Estado congoleño de albergar el evento ha provocado debates, poniendo de relieve las cuestiones que podrían estar en juego entre bastidores.
Se argumenta que esta iniciativa vendría más del poder político, y en particular del presidente Félix Tshisekedi, que de la Federación Congoleña de Fútbol Asociación (Fecofa), actualmente dirigida por un comité de normalización. La perspectiva de acoger al Paris Saint-Germain, club emblemático del fútbol francés, y a sus famosos jugadores, se considera un potencial golpe diplomático, ya que ofrece la posibilidad de llenar el estadio de los Mártires de Kinshasa, un recinto con capacidad para 80.000 espectadores. . Además, la realización de este evento en agosto, durante la temporada seca, aseguraría condiciones climáticas favorables.
Sin embargo, persisten obstáculos, en particular en lo que respecta a la aprobación parcial del estadio de los Mártires por parte de la Confederación Africana de Fútbol (CAF) y a los posibles conflictos de intereses relacionados con uno de los patrocinadores del PSG, Ruanda, a través de su campaña Visit Ruanda. Las relaciones, a veces tensas, entre Ruanda y la República Democrática del Congo podrían complicar la organización del evento en este país.
A pesar de la solicitud oficial presentada por Kinshasa a la Liga Profesional francesa, el silencio del organismo despierta molestias en la parte congoleña. La visita prevista del presidente Félix Tshisekedi a Francia, acompañada de una reunión con el presidente Emmanuel Macron, podría ser una oportunidad para debatir esta cuestión. Continúa así la espera para que la República Democrática del Congo espere acoger la codiciada edición del Trofeo de Campeones y brillar bajo las estrellas del fútbol francés.
Esta posible colaboración entre la República Democrática del Congo y Francia para organizar un evento deportivo de este tipo no sólo podría mejorar el prestigio de las dos naciones sino también ofrecer una oportunidad para crear puentes a pesar de las diferencias pasadas. Queda por ver si el poder del fútbol puede trascender las tensiones políticas y fomentar una cooperación fructífera.
Esta iniciativa demuestra la importancia del deporte como vector de acercamiento entre naciones y subraya la insospechada dimensión política que puede esconderse detrás de eventos deportivos de alto nivel.