En el este de la República Democrática del Congo, la situación sigue siendo tensa con el resurgimiento de los rebeldes del M23, apoyados por Ruanda. A pesar de la continuación de los enfrentamientos, el gobierno congoleño favorece la vía diplomática para restablecer la paz y la seguridad en la región.
En una reciente declaración, el Ministro de Asuntos Exteriores de la República Democrática del Congo, Christophe Lutundula, subraya la importancia de la diplomacia como apoyo a los esfuerzos internos del país. Reconoce que la resolución de este conflicto no depende sólo de intervenciones externas, sino también de acciones internas, particularmente a nivel militar. Lutundula insiste en el papel crucial de la Comunidad Internacional, a pesar de la lentitud y complejidad de los intereses en juego.
El ministro también destaca el impacto de la destreza diplomática en Ruanda, país involucrado en el conflicto. Pide paciencia y confianza en un resultado positivo de la guerra, recordando la importancia de las acciones emprendidas por el Presidente Félix Tshisekedi.
Desde 2021, los rebeldes del M23 controlan varias zonas de la provincia de Kivu del Norte, con el apoyo de Paul Kagame. Exigen un diálogo directo con Kinshasa, que el gobierno congoleño rechaza y prefiere discutir directamente con Kagame, a quien considera el padrino del M23.
En este sentido, se llevaron a cabo reuniones diplomáticas entre los jefes de Estado de la RDC, Ruanda y Angola para intentar resolver la crisis. Paul Kagame acordó reunirse con Félix Tshisekedi para discutir la tensa situación entre los dos países y la rebelión en la República Democrática del Congo.
La búsqueda de una solución pacífica a este conflicto regional sigue siendo una prioridad para la República Democrática del Congo y sus socios internacionales, con la esperanza de restablecer la estabilidad y la seguridad en el este del país.