En la era actual de tecnología e innovación, el panorama laboral cambia constantemente. Un tema candente que plantea muchas preguntas y preocupaciones es la integración de la inteligencia artificial (IA) en entornos profesionales. La llegada de la IA generativa, a menudo abreviada GenAI, está provocando acalorados debates sobre su impacto en el trabajo y los trabajadores.
La Organización Internacional del Trabajo define el concepto de trabajo decente como el objetivo de proporcionar a todos los individuos en el mercado laboral oportunidades justas en términos de empleo, ingresos, seguridad en el trabajo, protección social, derechos de asociación (sindicalismo) y diálogo social. En este contexto, la cuestión de la IA generativa y su integración en el entorno profesional plantea preocupaciones legítimas, en particular con respecto a lo que algunos han descrito como el “ascenso del líder algorítmico”.
La automatización y la introducción de nuevas tecnologías en los lugares de trabajo a menudo se han asociado con la pérdida de empleo debido a la innovación tecnológica. Sin embargo, el impacto de la IA generativa no se refiere solo a la pérdida de empleos. También plantea interrogantes sobre la calidad de los empleos en los mercados laborales futuros. Los movimientos sindicales advierten que el uso de la IA para gestionar a las personas conducirá a una experiencia laboral cada vez más aislada y solitaria, en la que se perderá la conexión humana.
Si bien algunos predicen que más del 80% de las organizaciones utilizarán IA generativa para 2026, sólo el 16% de ellas lo hará con éxito. Por lo tanto, los empleadores deben considerar cómo utilizar la IA de manera efectiva desde una perspectiva operativa, financiera y humana. Aunque casi una cuarta parte de los empleados teme que la IA sustituya sus puestos de trabajo en los próximos cinco años, es importante destacar que, según algunos estudios, la IA no necesariamente eliminará puestos de trabajo en el corto y medio plazo. Al contrario, podría crear nuevas oportunidades laborales.
Sin embargo, es innegable que la IA conducirá a una redefinición de los puestos de trabajo, con nuevas responsabilidades como la interacción con herramientas basadas en IA. Algunos trabajos y tareas se verán más afectados que otros. Se predice que la IA desempeñará un papel en el 70% de las tareas basadas en texto y datos para 2025, lo que genera preocupación sobre la calidad de los empleos futuros.
Entre las cuestiones emergentes sobre el uso de la IA se incluyen el respeto a la privacidad de los trabajadores, formas insidiosas de discriminación ocultas detrás de una fachada tecnológica «objetiva» y una gestión del personal basada en el uso de grandes volúmenes de datos y algoritmos.. Es esencial que los formuladores de políticas y los reguladores aborden estas cuestiones para garantizar condiciones de trabajo justas y respetuosas para todos.
En conclusión, es crucial que los trabajadores estén protegidos en un entorno laboral cada vez más dominado por la IA. Adoptar políticas para aumentar la transparencia de los datos, proteger la privacidad individual y fortalecer los derechos de los trabajadores es esencial para garantizar un futuro del trabajo justo y satisfactorio para todos. La IA es una herramienta poderosa que debe utilizarse de manera responsable y ética para crear un ambiente de trabajo que valore la dignidad y el bienestar de los trabajadores.