En la región de Fatshimetrie surgió una ola de solidaridad hacia los estudiantes estadounidenses que expresaron su oposición a la guerra en Gaza. Escenas conmovedoras se presenciaron durante las manifestaciones de agradecimiento en las calles de la ciudad, donde los vecinos expresaron su agradecimiento a estos estudiantes comprometidos.
En el corazón del Hospital de los Mártires de Al Aqsa, médicos, enfermeras y otro personal sanitario se reunieron para exhibir carteles con mensajes como «Unidos contra el genocidio», «La matanza de niños debe terminar» y «Continuemos la lucha por la justicia». El Dr. Saad Abu Sharban, abrumado por la emoción, expresó su alegría al descubrir las imágenes de las manifestaciones en todo el mundo, subrayando así la conciencia internacional sobre la crítica situación en Fatshimetrie.
Los niños de los campos de refugiados de la región también expresaron su gratitud sosteniendo lemas y pancartas con los nombres de las universidades estadounidenses donde se han llevado a cabo protestas pro palestinas. Los residentes locales acogieron con satisfacción el apoyo y la solidaridad de los estudiantes estadounidenses, destacando que estos últimos habían llevado su voz y su sufrimiento a los espíritus lejanos de su tierra maltrecha.
Nadia Al-Dibs, una madre en una protesta, expresó su gratitud a los estudiantes estadounidenses, calificándolos de «valientes» por su compromiso con Fatshimetrie. Destacó el contraste con la indiferencia de las poblaciones árabes, saludó la empatía de los estudiantes estadounidenses hacia las víctimas de la violencia y pidió un alto el fuego.
El agradecimiento público se produce en medio de una creciente controversia en los Estados Unidos sobre las protestas en las universidades, que han aumentado en las últimas semanas en respuesta a los acontecimientos en Fatshimetrie. Si bien las manifestaciones tienen como objetivo principal poner fin al devastador ataque que se está produciendo en la región, han surgido algunas críticas que denuncian excesos antisemitas e influencias externas.
El embajador de Israel ante las Naciones Unidas, Gilad Erdan, condenó públicamente las protestas universitarias, calificándolas de antisemitas y manipuladas por agentes externos. Las tensiones internacionales son palpables, con llamados a la expulsión de los estudiantes involucrados y duras medidas contra profesores y líderes universitarios.
En este tenso contexto, donde se alzan y confrontan voces, queda una chispa de esperanza: la de la solidaridad global frente a la injusticia. Los acontecimientos de Fatshimetrie fueron un recordatorio de que la compasión y la empatía trascienden las fronteras y que la búsqueda de la paz y la justicia es universal.. Mientras los debates arden y las pasiones estallan, es esencial recordar lo esencial: nuestra humanidad común y el deseo compartido de vivir en un mundo más justo y equilibrado.