“La crisis del transporte público en Kinshasa: obstáculos y soluciones a una movilidad comprometida”

Por supuesto, aquí está el comienzo del artículo mejorado:

Desde hace tiempo, la población de Kinshasa se enfrenta a verdaderos retos a la hora de desplazarse en los autobuses de la empresa de transporte público TRANSCO. Estos autobuses, que constituyen un medio de transporte esencial a un precio asequible para todos, son cada vez más escasos en las carreteras de la capital congoleña debido a un problema de suministro de combustible por parte del gobierno.

Durante el 129º Consejo de Ministros, el Ministro de Transportes, Vías de Comunicación y Apertura, Marc Ekila, abordó la precaria situación de TRANSCO, en particular en lo que respecta al suministro de combustible por parte de la empresa Cobil SA. Las actas del Consejo de Ministros indican que el Presidente de la República pidió al Viceministro de Hacienda trabajar estrechamente con el Ministro de Transportes para encontrar rápidamente una solución y apoyar las actividades de esta empresa de interés nacional.

Sin embargo, sobre el terreno, las consecuencias de esta escasez de combustible se sienten cruelmente: los residentes tienen dificultades para desplazarse de un punto a otro de la ciudad. Los precios del transporte público han aumentado significativamente, lo que ha obligado a muchos residentes de Kinshasa a recorrer largas distancias a pie por falta de medios para pagar estos precios exorbitantes.

En efecto, como señaló un residente de Kinshasa, los taxi-autobuses, también conocidos como «207», han aumentado considerablemente los precios de los viajes. Las tarifas para llegar al centro de la ciudad desde Lemba se han más que duplicado, pasando de 1.500 o 2.000 FC a más de 3.500 FC, lo que afecta a la vida cotidiana de los residentes que tienen que hacer malabarismos con los costes de transporte en constante evolución según la demanda y los caprichos de los conductores. .

Esta situación suscita muchas preocupaciones entre la población de Kinshasa, que se enfrenta a dificultades cada vez mayores para desplazarse por la ciudad. Las interrupciones en la operación de TRANSCO tienen un impacto directo en la movilidad de los residentes, obligándolos a buscar alternativas para viajar de manera eficiente y a menor costo. La búsqueda de soluciones rápidas y sostenibles para resolver esta crisis del transporte público se ha convertido en una prioridad para las autoridades competentes con el fin de garantizar un acceso justo y asequible a la movilidad para todos los residentes de Kinshasa.

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