En el panorama del fútbol inglés, la cuestión de la diversidad entre entrenadores y directivos sigue siendo debatida. Un estudio reciente realizado por Black Footballers Partnership (BFP) encontró que los exjugadores no negros tenían un 50% más de probabilidades que sus homólogos negros de progresar a puestos directivos. Además, los gerentes o asistentes de etnia negra también tenían un 41% más de probabilidades de ser despedidos.
Esta flagrante disparidad plantea dudas sobre las oportunidades disponibles para los entrenadores de color y resalta un problema sistémico persistente. Exjugadores de renombre como Sol Campbell y Les Ferdinand han expresado su decepción por esta situación, subrayando que el talento debería ser el principal criterio para acceder a puestos directivos, independientemente del color de piel.
Si bien la representación de jugadores negros en los campos de la Premier League es significativa, con el 43% de la fuerza laboral, sólo el 4,4% de los puestos directivos están ocupados por candidatos negros. Esta subrepresentación es un tema que merece atención urgente y acciones concretas por parte de los órganos rectores del fútbol inglés.
Los autores del estudio señalan que los exjugadores negros enfrentan obstáculos en su progresión hacia puestos directivos, experimentando ascensos más lentos y despidos más frecuentes que sus homólogos no negros, sin relación con sus habilidades o desempeño pasado. Estos datos estadísticos ponen de relieve la existencia de desigualdades raciales reales en el mundo del fútbol, que es necesario rectificar urgentemente.
Es esencial que se tomen medidas concretas para fomentar la diversidad y la inclusión en el fútbol, brindando oportunidades justas para todos los talentos, independientemente de su origen o color de piel. Es hora de convertir las palabras en hechos y garantizar una representación justa y equilibrada en todos los niveles de gestión del fútbol inglés.