El presidente Bola Tinubu ha dado instrucciones claras al ejército nigeriano para que persiga a los responsables de la trágica muerte de 16 soldados durante una misión de mantenimiento de la paz en el estado de Delta, en el sur de Nigeria.
Estos soldados habían sido desplegados para sofocar los enfrentamientos entre las comunidades de Okuama y Okoloba, derivados de disputas por la tierra y los derechos de pesca en esta región rica en petróleo. Lamentablemente, quedaron atrapados en una emboscada de jóvenes de una de las comunidades, según confirmó el ejército.
El presidente Tinubu condenó el ataque y lo calificó de ataque directo a la nación. Prometió que los responsables de este acto rendirán cuentas.
“Los cobardes culpables de este crimen atroz no quedarán impunes”, afirmó el presidente Tinubu.
Al otorgar plena autoridad al Cuartel General de la Defensa y al Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Tinubu instó a tomar medidas decisivas para garantizar justicia para los soldados fallecidos y las víctimas civiles.
Una investigación en curso ya ha dado lugar a varias detenciones en relación con el incidente, incluidos los implicados en el asesinato de un oficial al mando, dos oficiales superiores, un capitán y una docena de soldados.
Además, hubo informes de que partes de la comunidad afectada fueron incendiadas por grupos no identificados, lo que llevó a los residentes a huir por temor a represalias de los militares.
El portavoz del ejército, general de brigada Tukur Gusau, confirmó que la recuperación de armas y equipos arrebatados a los soldados caídos era una prioridad, aunque no estaba al tanto del último incidente.
Para proteger a la población civil y restaurar la paz en la conflictiva región, Tinubu dejó claro que se tomarían medidas estrictas para llevar ante la justicia a los responsables de estos actos violentos.