En un dramático cambio político, el ex vicepresidente Mike Pence anunció el viernes que no podía «en conciencia» apoyar al favorito del Partido Republicano, Donald Trump, un sorprendente repudio a su ex compañero de fórmula y al presidente con quien sirvió.
Durante una entrevista en Fox News, Pence dijo: «Donald Trump está siguiendo y articulando una agenda que va en contra de la agenda conservadora que hemos gobernado durante nuestros cuatro años. Por eso no puedo, en conciencia, apoyar a Donald Trump en esta campaña».
Después de poner fin a su propia candidatura presidencial en octubre, el exvicepresidente no apoyó las primarias republicanas de 2024, pero previamente había prometido apoyar al candidato republicano nominado. Trump dijo después de la retirada de Pence que su ex vicepresidente debería apoyarlo, diciendo: «Yo lo elegí, lo nombré mi vicepresidente. Pero… la gente en política puede ser muy desleal».
A pesar de su orgullo por el historial de la administración Trump-Pence, Pence argumentó que el expresidente se ha distanciado de los temas conservadores, señalando la postura de Trump sobre el aborto, la deuda nacional de Estados Unidos y su cambio en TikTok.
Sin revelar por quién votará en las elecciones generales de 2024, Pence dijo que se guardará su voto para sí mismo. Sin embargo, afirmó que «nunca» votará por el presidente Joe Biden y sugirió que tampoco apoyaría a un candidato de un tercer partido.
El cambio de opinión de Pence se produce después de que se negó a rechazar los resultados de las elecciones de 2020 cuando presidió ceremonialmente la certificación de la victoria de Biden en el Congreso el 6 de enero de 2021. Pence también criticó las «palabras imprudentes» de Trump ese día, que llevaron a la Invasión violenta del Capitolio por parte de partidarios de Trump.
En su propia campaña presidencial el año pasado, Pence advirtió a los republicanos contra el “canto de sirena del populismo” de Trump y sus imitadores.
Pence y su grupo, Advancing American Freedom, anunciaron recientemente que dedicarían 20 millones de dólares para promover políticas conservadoras.
Esta decisión de Pence, como ex figura destacada del Partido Republicano, marca un punto de inflexión en el panorama político estadounidense y pone de relieve las profundas divisiones dentro del partido.