En el complejo mundo de la salud mental y la prevención del suicidio, la legislación actual puede desempeñar un papel crucial en el apoyo a las personas en apuros. El profesor Taiwo Sheikh, psiquiatra consultor y profesor de la Universidad Ahmadu Bello de Zaria, planteó recientemente una cuestión clave en una reunión virtual celebrada en Lagos: la criminalización de los intentos de suicidio en Nigeria.
Sheikh destacó que el principal obstáculo para la prevención y el control del suicidio es la ley que penaliza los intentos de suicidio. Destacó el hecho de que Nigeria es uno de los 21 países donde el suicidio todavía se considera un delito, mientras que muchos otros países ya han despenalizado esta práctica. Esta ley, heredada de la colonización británica, requiere una revisión urgente para abordar mejor los determinantes sociales del suicidio.
Los datos alarmantes proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019 indican una tasa de suicidio de 6,9 por 100.000 habitantes en Nigeria. Esto equivaldría a aproximadamente 15.000 muertes por suicidio y 300.000 intentos de suicidio cada año en un país de 218 millones de habitantes. Sin embargo, los datos actuales son cuestionables ya que Nigeria recibió la calificación más baja en términos de calidad y confiabilidad de los datos.
El suicidio es la segunda causa de muerte entre los jóvenes y afecta principalmente a poblaciones de países de ingresos bajos y medios, entre los que se incluye Nigeria. Existe una necesidad urgente de abordar este problema con rigor y compasión para implementar estrategias efectivas de prevención del suicidio.
Los oradores, incluido un defensor principal, Mohammed Tajudeen Mohammed, destacaron la necesidad de una mayor concienciación y educación de calidad para informar al público sobre los riesgos del suicidio y la criminalización de los intentos de suicidio. Las leyes existentes deben revisarse y adaptarse para satisfacer mejor las necesidades de las personas en dificultades.
El profesor Cheluchi Onyemelukwe, un renombrado abogado, recomendó una aplicación rigurosa de la Ley Nacional de Salud para garantizar un tratamiento adecuado de los trastornos mentales y los trastornos psicológicos. Insistió en el compromiso de las autoridades nacionales en esta lucha por la despenalización del suicidio, destacando la importancia de una mayor concienciación en todos los niveles de la sociedad.
En conclusión, las intervenciones de los expertos subrayan la importancia crucial de un enfoque sensible e integral para prevenir el suicidio. Una combinación de medidas legislativas apropiadas, concienciación pública, un acceso más fácil a los servicios de salud mental y apoyo social es esencial para proteger y apoyar a las personas vulnerables. Al mostrar compasión y solidaridad, juntos podemos ayudar a salvar vidas y promover el bienestar mental para todos.