Tras los recientes acontecimientos en Gagauzia, una pequeña región de Moldavia que está provocando grandes tensiones, cabe preguntarse sobre las aspiraciones independentistas que podrían transformar esta zona en un nuevo punto de fricción similar a Transnistria.
Evgenia Gutul, gobernadora de Gagauzia, se reunió recientemente con Vladimir Putin en Sochi, marcando un acercamiento con Rusia. Esta situación preocupa al gobierno moldavo pro UE, que teme una posible influencia rusa en la región.
Si Transnistria era hasta ahora la principal zona de interés para Rusia en Moldavia, Gagauzia parece atraer ahora la atención de Moscú. Con una población predominantemente prorrusa y una élite local prorrusa, esta región proporciona un terreno fértil para una posible interferencia externa.
Sin embargo, a diferencia de Transnistria, Gagauzia tiene una población mayoritariamente cristiana ortodoxa de habla turca, lo que la distingue claramente de su vecino. Además, un acuerdo de 1994 garantiza un cierto grado de autonomía a Gagauzia, lo que podría limitar las posibilidades de un conflicto importante en la región.
A pesar de estas diferencias, las crecientes tensiones y la intensificación de las relaciones entre Gagauzia y Rusia están generando preocupaciones sobre el futuro de esta pequeña región moldava. Los próximos meses podrían ser decisivos para entender si Gagauzia seguirá el mismo camino que Transnistria o si se podrá encontrar una solución pacífica que garantice la estabilidad de la región.