Noticias recientes destacan las masacres de civiles en zonas bajo control del M23-RDF y AFC de Corneille Naanga en Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo. Esta alarmante situación fue denunciada por la coordinación de la Juventud Hutu, agrupada en el seno de la asociación cultural “Igisenge”.
Según esta coordinación, estas masacres provocaron la muerte de una decena de ciudadanos congoleños en el territorio de Rutshuru. Estos actos de violencia se producen una semana después de una campaña de recogida de armas iniciada por grupos rebeldes en estas zonas ocupadas.
En un comunicado de prensa, la coordinación de la juventud hutu expresa su preocupación por el silencio de la comunidad internacional y pide al gobierno congoleño que tome medidas urgentes para liberar estas zonas y proteger a la población civil en peligro de exterminio.
Estos actos de genocidio no pueden quedar impunes y es hora de que la comunidad internacional se movilice para poner fin a estas atrocidades. La coordinación de la juventud hutu subraya la importancia de la liberación de estas zonas ocupadas por los terroristas del M23-RDF y del AFC para salvar vidas y evitar nuevas masacres.
Esta asociación, a través de sus equipos de seguimiento, sigue movilizada para seguir de cerca la situación en estas zonas y pide solidaridad nacional e internacional para poner fin a esta violencia insoportable.
Es crucial que las autoridades congoleñas adopten medidas concretas para garantizar la seguridad y la protección de las poblaciones civiles en estas regiones. El diálogo político y una intervención coordinada de las fuerzas de seguridad son necesarios para garantizar la seguridad y la estabilidad en la región.
También es importante que la comunidad internacional brinde apoyo financiero y logístico al gobierno congoleño para fortalecer las capacidades de luchar contra los grupos armados y promover la reconciliación y la reconstrucción en la región.
La situación actual en Kivu del Norte es grave y requiere una acción rápida y eficaz. Es nuestro deber condenar estas atrocidades y hacer todo lo posible para poner fin a esta violencia y restaurar la paz y la seguridad en la región.
La coordinación de jóvenes hutus y la asociación cultural «Igisenge» seguirán abogando por la protección de los civiles y la justicia para las víctimas de estas masacres. Juntos podemos trabajar por un futuro mejor y garantizar que actos tan bárbaros nunca vuelvan a ocurrir.