La dramática situación que prevalece en la región de Goma, en la República Democrática del Congo, sigue conmoviendo y preocupando a la Comunidad de Estados del África Meridional (SADC). De hecho, en una reciente declaración oficial publicada el domingo 5 de mayo, la SADC condenó enérgicamente los ataques mortales perpetrados por los rebeldes del M23 contra el campo de desplazados internos de Mugunga en Goma.
Las cifras son alarmantes: al menos 16 civiles perdieron la vida y una treintena más resultaron heridos durante este bárbaro ataque perpetrado por los rebeldes del M23. La Misión de la SADC en la República Democrática del Congo (SAMIDRC) destacó que estos actos de violencia afectaron en gran medida a civiles inocentes, entre ellos muchas mujeres y niños. Las consecuencias humanitarias son catastróficas, con desplazamientos masivos de poblaciones y la casi paralización de las rutas de suministro a Goma.
La SADC ha denunciado claramente estas acciones selectivas contra civiles indefensos, calificándolas de violación flagrante del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos. Estos ataques indiscriminados no pueden tolerarse bajo ninguna circunstancia y deben suscitar la condena unánime de la comunidad internacional.
El número de víctimas de los recientes ataques es simplemente insoportable: el presunto lanzamiento de bombas por parte de los rebeldes del M23 provocó la muerte de al menos 15 civiles e hirió a otros 35. La explosión de estos proyectiles en el lugar de Lushagala, dentro del campo de desplazados de Mugunga, constituye una tragedia de gran magnitud que subraya la urgencia de encontrar soluciones duraderas para proteger a las poblaciones vulnerables de la región.
Es imperativo que la comunidad internacional actúe de manera concertada para poner fin a esta violencia perpetrada contra civiles inocentes. La SADC pide una movilización general para restablecer la paz y la estabilidad en la región de Goma, poniendo fin a las acciones criminales de los grupos armados y garantizando la seguridad de las poblaciones locales.
Los recientes acontecimientos en Goma son un cruel recordatorio de la fragilidad de la paz en esta región atormentada por los conflictos armados y la violencia. Es más necesario que nunca actuar con determinación y solidaridad para proteger los derechos fundamentales de los civiles y trabajar por una paz duradera en la República Democrática del Congo.