En un mundo donde la contaminación del aire es un importante problema de salud pública, los estudiantes de la escuela secundaria Dandora, ubicada al este de Nairobi, están tomando medidas valientes para mejorar su medio ambiente. Conscientes de los efectos nocivos de los vapores de langosta del mayor vertedero del país, los estudiantes se movilizan plantando más de 100 plantas de bambú en el jardín de la escuela, con la esperanza de que estas plantas puedan filtrar el aire contaminado.
El recinto de Dandora, declarado lleno hace más de 20 años, sigue recibiendo cada día toneladas de residuos procedentes de numerosos camiones procedentes de Nairobi, lo que tiene consecuencias devastadoras para la salud de los residentes de la zona. Los fuertes olores que emanan del vertedero se pueden sentir en kilómetros a la redonda, lo que afecta la calidad del aire y la salud respiratoria de las poblaciones circundantes.
Para los estudiantes de la escuela secundaria de Dandora, el desafío es enorme, particularmente debido al aumento de casos de enfermedades respiratorias entre estudiantes y personal docente. Ante esta situación, el nuevo director, Eutychus Maina, tomó la iniciativa de poner en marcha el proyecto de bambú para mitigar los efectos nocivos del vertedero. El bambú, reconocido como una de las plantas más eficaces para purificar el aire, es un precioso aliado en la lucha contra la contaminación atmosférica. Además de absorber dióxido de carbono, genera una gran cantidad de oxígeno, ayudando a mejorar la calidad del aire.
En colaboración con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Instituto Ambiental de Estocolmo, la Escuela Dandora implementó sensores para monitorear los niveles de contaminación del vertedero. Los resultados mostraron que sólo 12 de los 166 días monitoreados cumplieron con los estándares de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud.
A pesar de los desafíos financieros, la escuela se esfuerza por continuar con su proyecto de plantación de bambú a lo largo de los 900 metros de muro que separa la escuela del vertedero. Además, se plantaron más de 4.000 árboles de diferentes especies para promover una mejor circulación del aire y ayudar a reducir la contaminación del aire.
El proyecto de bambú en Dandora High School es mucho más que una simple iniciativa ecológica. Es un símbolo de resiliencia y compromiso por parte de los estudiantes para proteger su salud y su medio ambiente. Ante un problema tan colosal como la contaminación del aire, aportan su contribución, encarnando así la esperanza de un futuro más saludable para las generaciones futuras.