**Fatshimetrie**: El campo de desplazados de Mugunga afectado por explosiones mortales
El 3 de mayo, el campo de desplazados de Mugunga, situado en la ciudad de Goma, fue escenario de un devastador ataque. Las bombas lanzadas desde el frente han roto la precaria calma que reinaba entre los habitantes de este campo, ya debilitados por los incesantes conflictos que asolan la región. El saldo es elevado: alrededor de diez muertos y más de 25 heridos, en su mayoría civiles inocentes, atacados indiscriminadamente.
Las reacciones no tardaron en llegar de todos lados. Organizaciones de la sociedad civil, representaciones diplomáticas, el gobierno congoleño y muchas voces internacionales se han pronunciado unánimemente contra esta violencia inaceptable. La SADC condenó enérgicamente este acto bárbaro, calificándolo de flagrante violación del derecho internacional humanitario y de los principios fundamentales de los derechos humanos. También anunció el lanzamiento de operaciones conjuntas con las FARDC para hacer frente a esta escalada de violencia.
El célebre médico y defensor de los derechos humanos, Dénis Mukwege, pidió sanciones políticas y económicas contra los responsables de estos actos criminales. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) también expresaron su indignación por la tragedia.
Ante esta intolerable situación, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, decidió acortar su estancia en Europa para regresar a casa y tomar medidas urgentes. Médicos Sin Fronteras tuvo que interrumpir la distribución de ayuda humanitaria a los desplazados de Goma debido a que las condiciones de seguridad se habían vuelto precarias.
Estados Unidos culpó del ataque al ejército ruandés y a los rebeldes del M23. Bintou Keita, Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo, condenó enérgicamente esta escalada de violencia contra los civiles en la provincia de Kivu del Norte y recordó a todas las partes en el conflicto sus obligaciones de proteger a la población civil.
El gobierno congoleño ha acusado a Ruanda de no respetar las demandas de la comunidad internacional de poner fin a las hostilidades y retirar sus tropas de la República Democrática del Congo. Esta situación subraya una vez más la urgencia de una acción colectiva y coordinada para poner fin al sufrimiento de las poblaciones civiles tomadas como rehenes por los conflictos armados en esta conflictiva región.
En conclusión, el ataque al campo de desplazados de Mugunga es un crudo recordatorio de la necesidad de encontrar soluciones duraderas para poner fin al sufrimiento de las poblaciones civiles inocentes sumidas en los conflictos en la República Democrática del Congo. Es imperativo que la comunidad internacional actúe con decisión para garantizar la protección de los civiles y fomentar una paz duradera en la región.
**Fin de la Fatshimetría**.