Cuando el calor extremo asfixia las regiones de Camerún, toda una población se enfrenta a altas temperaturas que superan las normas habituales para la estación. De hecho, el fenómeno de la ola de calor azota desde finales de 2023 y promete prolongarse, según las alarmantes previsiones del Observatorio Nacional del Cambio Climático (ONACC). Lo que hace que esta ola de calor sea tan preocupante no es sólo su excepcional intensidad y duración, sino también el hecho de que está afectando a regiones del país que antes estaban protegidas de tales extremos.
Incluso las zonas conocidas por su clima templado, como los relieves del Oeste, el Noroeste y Adamaoua, no se libran de estas temperaturas abrasadoras. Estas regiones, caracterizadas generalmente por temperaturas más frías, ven ahora su clima afectado por este calentamiento sin precedentes, como explica el climatólogo de la ONACC, Dr. René Ramses Meyong. Esta alarmante observación pone de relieve los efectos concretos del cambio climático en regiones normalmente protegidas de tales fenómenos.
Las consecuencias de esta ola de calor también se sienten en la agricultura y la ganadería, pilares de la economía camerunesa. Las lluvias tardías e intermitentes, combinadas con períodos de calor intenso, comprometen las cosechas y los rendimientos agrícolas. La falta de humedad debilita la vegetación, aumentando el riesgo de incendios forestales, mientras que el ganado sufre por la falta de agua y pastos. Frente a estas condiciones climáticas extremas, la agricultura de secano en Camerún se encuentra más vulnerable que nunca a los peligros climáticos.
Al mismo tiempo, en las regiones más septentrionales del país, como el Extremo Norte y el Norte, se registran temperaturas récord, que en ocasiones alcanzan los 47°C. Además, los retrasos y la irregularidad de las lluvias en el Sur agravan la situación, provocando una rápida evaporación del suelo y una preocupante sequía.
Ante esta preocupante realidad, urge concienciar sobre la emergencia climática y adoptar medidas concretas para mitigar los efectos del cambio climático. Preservar el medio ambiente, adaptar las prácticas agrícolas e invertir en infraestructuras resilientes son vías a explorar para proteger a las poblaciones y los recursos naturales de Camerún frente a estos fenómenos climáticos extremos.
Ahora es crucial tomar conciencia del impacto de nuestras acciones en el clima y actuar colectivamente para preservar nuestro planeta y garantizar un futuro viable para las generaciones futuras.