Fatshimetrie: Los matices del poder de las palabras
Cuando se trata de escritura descriptiva, a menudo surge una pregunta: ¿hasta dónde podemos llegar? Algunos autores, como Frederik Pohl, abogan por textos largos y detallados, mientras que otros, como Stephen King, abogan por la concisión. Cada escritor elige su propio camino, y esto es lo que ilustra brillantemente la novela de Leo Vardiashvili «Hard By a Great Forest».
En esta apasionante obra, el autor utiliza una profusión de lenguaje descriptivo. Las metáforas y personificaciones se despliegan con gracia, ofreciendo al lector una inmersión sensorial extraordinaria. Si bien algunos podrían considerar superflua esta abundancia de detalles, aquí encuentra toda su legitimidad para servir plenamente a la historia.
La historia nos sumerge en la vida cotidiana de Saba, un hombre que huyó de la Georgia postsoviética con su padre Irakli y su hermano Sandro para llegar a Londres. El pasado de Irakli, atormentado por la guerra civil en Georgia y la desaparición de su ex esposa Eka, constituye el hilo conductor de la historia. Cuando ocurren sucesos misteriosos y sus seres queridos desaparecen, Saba se embarca en una búsqueda impresionante para desentrañar los misterios de su propia historia familiar.
Los escritos de Vardiashvili, aunque abundantes, no se limitan a endulzar la historia. Al contrario, se convierte en el motor que impulsa al lector a un torbellino de emociones y giros y vueltas. Cada palabra, cada frase parece haber sido sopesada cuidadosamente para enriquecer la historia y captar la atención.
En comparación con el enfoque más conciso y directo de Stephen King, el estilo de Vardiashvili es más sutil y guía al lector a través de giros narrativos con notable habilidad. Cada giro de la trama se desarrolla con una delicadeza que mantiene el suspenso y el interés del lector hasta la última página.
“Fatshimetrie” es mucho más que una simple novela; es una exploración de los poderes de la escritura y cómo las palabras pueden moldear nuestras percepciones y emociones. Haciendo malabarismos con los matices del lenguaje, Vardiashvili nos ofrece un viaje literario inolvidable donde la frontera entre sueño y realidad se difumina para hechizarnos mejor. A través de su historia, nos recuerda que el poder de una historia no radica sólo en lo que cuenta, sino también en la forma en que lo cuenta.