La situación actual en Palestina sigue causando grave preocupación en todo el mundo. Durante tres meses, la intervención militar israelí ha causado devastación, destruido familias y pueblos enteros, dejando miles de personas heridas y afligidas.
Los voluntarios comenzaron a cavar para recuperar los cuerpos enterrados bajo los escombros. Más de 22.700 palestinos han perdido la vida en este conflicto, incluidos muchos civiles inocentes. La tensión es palpable y nadie se siente seguro en la Franja de Gaza. No hay tregua ante los bombardeos y la muerte y la destrucción están por todas partes.
Un habitante de la región testifica: “Todo lo que sucede aquí está fuera de la ley, fuera de toda lógica. Nuestras mentes tienen dificultades para comprender todo lo que nos sucede”. Y añade: «Mujeres desnudas bajo los escombros, nadie puede reconocerlas, ¿quiénes eran? No podíamos distinguir unas de otras. Niños asesinados sin motivo, que no habían hecho nada malo».
Este sangriento conflicto comenzó tras el ataque del 7 de octubre de Hamás en el sur de Israel, en el que murieron más de 1.200 personas, principalmente civiles, y alrededor de 250 fueron tomadas como rehenes.
Los familiares de los rehenes realizaron una protesta simbólica en el paseo marítimo de Tel Aviv. Colocaron zapatos que representaban a los que aún estaban en cautiverio, para recordar a la gente la urgencia de su liberación. Osnat Sharabi, hermana de Yossi y Eli, secuestrados en su casa de Beeri, explica: «Hace una semana tuve la impresión de que la gente se olvidaba de los rehenes. Sentí que el gobierno y el pueblo ya no hacían nada para traerlos a casa y eso me afectó profundamente. Quería hacer algo, iniciar un movimiento…»
Esta manifestación, organizada 90 días después del secuestro de los rehenes, se desarrolla bajo una pancarta con el lema: «Mostremos a los secuestrados el camino de regreso». Se recolectaron zapatos en diferentes comunidades del sur de Israel y gente de Tel Aviv también hizo donaciones.
El conflicto se desató en la Franja de Gaza y provocó la muerte de muchas personas, incluidos periodistas palestinos. El hijo del famoso corresponsal de Al Jazeera, Wael Dahdouh, murió en un ataque aéreo israelí.
Ante esta situación, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, afirmó que la guerra no terminaría hasta que se alcancen los objetivos de la eliminación de Hamás, el regreso de los rehenes y la seguridad de Israel.
Por su parte, el jefe de política exterior de la Unión Europea reafirmó durante una visita a Beirut que quería relanzar un proceso de paz que conduzca a una solución de dos Estados para el conflicto palestino-israelí..
Es hora de hacer realidad la idea de una solución de dos Estados; de lo contrario, el ciclo de violencia continuará de generación en generación. No puedes matar una idea, puedes matar personas, pero no puedes matar una idea. La única manera de eliminar una mala idea es proponer una buena, la de hacer que palestinos e israelíes vivan juntos en paz y seguridad, compartiendo la tierra.
El plan de posguerra de Israel para la Franja de Gaza ha sido revelado y no incluye una solución política para toda Palestina. El ministro de Defensa israelí subrayó que la guerra continuará hasta que se eliminen las capacidades militares y gubernamentales de Hamás y se liberen a los más de 100 rehenes que aún están retenidos.
En el norte de la Franja de Gaza, las operaciones se centrarán en incursiones, destrucción de túneles y operaciones especiales, con el objetivo de erosionar la presencia de Hamás. Sin embargo, no estaba claro si a la población del norte de la Franja de Gaza, que en gran parte estaba desplazada hacia el sur, se le permitiría regresar a sus hogares.
En el sur, los combates continuarán mientras sea necesario. Después de la guerra, Israel seguirá controlando la seguridad de la Franja de Gaza, tomando las medidas necesarias para eliminar cualquier amenaza y manteniendo inspecciones de las mercancías que entren en el territorio.
Entidades palestinas no identificadas serán responsables de gestionar el territorio, e Israel proporcionará la información necesaria para guiar las operaciones civiles. Una fuerza multinacional, encabezada por Estados Unidos, será responsable de la reconstrucción.
Esta visión de posguerra pone de relieve la dominación israelí y deja incertidumbre en torno al futuro de la población palestina en la Franja de Gaza. Sin embargo, es esencial seguir buscando soluciones pacíficas y duraderas para poner fin a este ciclo de violencia y permitir que palestinos e israelíes coexistan en paz y seguridad.