El 6 de enero de 2021 quedará grabado para siempre en la historia de Estados Unidos como un día de infamia. Fue en esta fecha que partidarios del expresidente Donald Trump irrumpieron en el Capitolio, retrasando la certificación de los votos electorales que convirtieron a Joe Biden en presidente de Estados Unidos. Con motivo de este tercer aniversario, el presidente Biden llamó a los estadounidenses a unirse a él en la defensa de la democracia estadounidense contra Donald Trump, quien prometió indultar a los alborotadores.
En un discurso cerca de Valley Forge, Pensilvania, donde el Ejército Continental pasó un duro invierno en 1777-78, Biden dijo que la democracia por la que lucharon estos estadounidenses está amenazada. «La cuestión más apremiante de nuestro tiempo es si la democracia sigue siendo la causa sagrada de Estados Unidos», dijo.
Enumeró las palabras y acciones más escandalosas de Trump, estableciendo analogías con los discursos de Adolf Hitler y las acciones antidemocráticas de los dictadores. Hablando de que Trump se burló del violento ataque contra el esposo de la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, Biden dijo: «Qué enfermedad» e hizo una pausa antes de quizás agregar otra palabra más ofensiva.
«Todos sabemos quién es Donald Trump», dijo Biden más tarde. “La pregunta que debemos responder es: ¿quiénes somos?”
Y si queda alguna duda sobre la importancia de ese mensaje en la campaña de reelección de Biden, dijo en un vídeo de campaña bien producido publicado esta semana que «la preservación de la democracia estadounidense» es «la cuestión central de mi presidencia».
La dura verdad democrática es que Trump podría ganar
Hay evidencia de que a la mayoría demócrata de los votantes estadounidenses no le importa que Trump haya intentado anular las últimas elecciones.
Tres años después de que los partidarios de Trump irrumpieran en el Capitolio y retrasaran el recuento de los votos electorales que convirtieron a Biden en presidente, ha habido un entumecimiento de la indignación y una confusión de la realidad, y la posición de Trump pronto podría ser validada.
► En lugar de ser expulsado por los republicanos, Trump es ahora el favorito para ser su candidato presidencial por tercera vez consecutiva.
► La Corte Suprema anunció el viernes que considerará un caso de Colorado el próximo mes sobre si puede ser excluido de las elecciones primarias por violar la prohibición de insurrección de la 14ª Enmienda.
► En lugar de alejarse de la negación electoral, la mayoría de los republicanos han abrazado la amnesia. El nuevo presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha sido uno de los coordinadores de los esfuerzos en la Cámara para impugnar los resultados de las elecciones de 2020, aunque no le gusta responder preguntas al respecto..
► En lugar de atenerse a los hechos presentados ante el tribunal y por el Comité Selecto de la Cámara de Representantes que investigó el 6 de enero, un tercio de los republicanos y una cuarta parte de todos los estadounidenses creen en la infundada teoría de la conspiración de que el FBI tuvo algo que ver con la coordinación de la insurrección, según según una nueva encuesta del Washington Post y la Universidad de Maryland.
► Mirando más allá de las primarias presidenciales, que comienzan con los caucus de Iowa el 15 de enero, una nueva evaluación de David Chalian y Terence Burlij de la unidad política de CNN sugiere que Trump tiene la ventaja en un enfrentamiento electoral general contra Biden. Según su perspectiva, Trump actualmente tiene la ventaja en suficientes estados para ganar las elecciones.
La rendición de cuentas por la insurrección continúa lentamente gracias a la justicia estadounidense
Según el Departamento de Justicia, se han dictado más de 890 condenas en relación con la insurrección.
Trump todavía enfrenta cargos penales por parte del fiscal especial Jack Smith por sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020. El expresidente ha hecho del cuestionamiento de la confianza en el sistema de justicia un pilar clave de su campaña presidencial de 2024, pero no puede ignorar el hecho de que Smith fue designado. para separar el procesamiento de Trump de la administración Biden.
Trump también tendrá que afrontar el hecho innegable de que las cuestiones sobre sus demandas serán decididas en última instancia por una Corte Suprema que tiene una sólida mayoría conservadora y para la que nombró a un tercio de los magistrados.
El fiscal general Merrick Garland rara vez menciona a Smith, pero defendió al fiscal especial en una declaración que conmemora el aniversario de la insurrección. “Seguimos la ley sin temor ni favoritismo”, dijo Garland. «Cumplimos con nuestra obligación de proteger los derechos civiles y las libertades civiles de todos los ciudadanos de nuestro país».
Una de las abogadas de Trump, Alina Habba, argumentó esta semana que la Corte Suprema rechazará los intentos de descalificar a Trump para postularse porque el juez Brett Kavanaugh esencialmente le debe su puesto y «hará cualquier cosa para ayudar al expresidente».