**Fatshimetrie** siguió de cerca las noticias sobre el entierro de las víctimas del bombardeo del campo de desplazados de Mugunga en Goma. Inicialmente programado para el domingo 12 de mayo de 2024, el entierro se pospuso hasta el miércoles 15 de mayo. Esta decisión fue tomada por el gobernador militar interino de Kivu del Norte, el general de división Peter Cirimwami, debido a la falta de preparación de las infraestructuras previstas para acoger este trágico acontecimiento.
Según el general de división Cirimwami, las obras de construcción del «nuevo cementerio» y del monumento en memoria de las víctimas aún no han concluido, por lo que se necesitará más tiempo para permitir una ceremonia de entierro digna de ese nombre. Esta decisión se tomó tras consultar a la delegación gubernamental de Kinshasa y a los funcionarios electos de la provincia de Kivu del Norte.
El monumento en construcción en Kibati será un lugar de contemplación dedicado a todas las víctimas de la guerra del M23, apoyada por el régimen de Paul Kagame. Las autoridades congoleñas, representadas por el Ministro de Derechos Humanos, Albert Fabrice Puela, quieren rendir homenaje a las víctimas de la barbarie de los ruandeses y sus auxiliares. Este monumento simbolizará la memoria de las personas inocentes que cayeron bajo las bombas durante los enfrentamientos entre los rebeldes del M23 y las fuerzas armadas congoleñas.
El bombardeo del campo de desplazados de Mugunga dejó al menos 36 muertos y 37 heridos entre poblaciones ya traumatizadas por la violencia y el desplazamiento forzado. Este acto de violencia puso de relieve una vez más la fragilidad de la situación de seguridad en la región, donde los civiles están pagando un alto precio por los conflictos armados perpetuados por varios grupos armados.
A través de la tragedia vivida por los habitantes del campo de Mugunga, emerge la urgencia de soluciones duraderas para poner fin a la violencia y proteger a las poblaciones civiles. La construcción del monumento en Kibati, además de rendir homenaje a las víctimas, debe servir como un recordatorio constante de la necesidad de prevenir tales atrocidades en el futuro.
Durante este tiempo de duelo y reconstrucción, es crucial que la comunidad internacional brinde mayor apoyo para ayudar a las autoridades locales a garantizar la seguridad de los civiles y promover una paz duradera en la región. La memoria de las víctimas de los atentados de Mugunga debe ser honrada con acciones concretas para evitar nuevas tragedias y garantizar un futuro pacífico para todos los habitantes de Kivu del Norte.