El X-37B, el misterioso dron espacial militar estadounidense, despegó recientemente a bordo del cohete Falcon Heavy de SpaceX para una misión de investigación. Se trata de la séptima misión de este dron, cuyo destino sigue siendo secreto.
Después de numerosos retrasos, el cohete Falcon Heavy finalmente despegó el jueves 28 de diciembre desde el Centro Espacial Kennedy en Florida. El despegue fue retransmitido en directo a través del sitio web de SpaceX.
A pesar de la falta de información sobre el destino exacto del dron espacial, el Pentágono anunció que esta misión contaría con «múltiples experimentos de vanguardia». Esto incluiría explorar nuevas órbitas, probar tecnologías futuras relacionadas con el conocimiento espacial y estudiar los efectos de la radiación en los materiales proporcionados por la NASA.
El X-37B, que mide 30 pies de largo con una envergadura de 15 pies, fue diseñado para la Fuerza Aérea de EE. UU. por United Launch Alliance. Impulsado por paneles solares, ya ha realizado seis misiones en el espacio, que suman más de diez años en órbita.
Este lanzamiento se produce unas semanas después del del dron espacial chino Shenlong, cuyo objetivo es realizar experimentos científicos para apoyar el uso pacífico del espacio.
El X-37B sigue siendo un misterio y se ha publicado poca información sobre sus misiones y objetivos precisos. Esto llama la atención y despierta el interés de los entusiastas de la ciencia y la tecnología, quienes se preguntan sobre las actividades reales de este dron espacial.
Para los entusiastas del espacio, esta misión del X-37B es, por tanto, un nuevo capítulo fascinante que hay que seguir de cerca, a la espera de descubrir qué descubrimientos y avances tecnológicos traerá esta misión.