Revelaciones sobre el gasto opaco del Parlamento de la República Democrática del Congo

Fatshimetría del gasto opaco en el Parlamento de la República Democrática del Congo

La luz es un bien escaso que parece escapar de los pasillos del poder dentro del Parlamento de la República Democrática del Congo. Un informe reciente titulado “La bicara del Parlamento congoleño. Un interventor para ser controlado”, desvelado por el Centro de Investigación en Finanzas Públicas y Desarrollo Local (CREFDL), destaca prácticas consideradas escandalosas en el seno de la Asamblea Nacional y del Senado.

Según este alarmante informe, entre 2021 y 2023, las dos cámaras del Parlamento habrían demostrado una gestión presupuestaria muy cuestionable, con un gasto total astronómico que alcanzaría los 1.100 millones de dólares. La Asamblea Nacional habría utilizado el 60% de estos fondos, mientras que el Senado habría utilizado el 40%. Estas cifras son vertiginosas y plantean legítimamente interrogantes sobre la transparencia y la rendición de cuentas en el uso de los fondos públicos.

En este informe abundan ejemplos concretos de despilfarro financiero. Se sabe así que la Asamblea Nacional habría gastado la asombrosa suma de 90,2 millones de dólares para la adquisición de 26 autobuses, entre ellos 12 autobuses de 30 plazas marca Coaster y 14 minibuses destinados al transporte de directores de servicios. Un gasto excesivamente elevado, que pone de relieve una gestión laxa y descontrolada.

Pero eso no es todo. El informe también señala una contratación considerada «masiva y abusiva» de personal dentro de estas dos instituciones. Exceso de personal, gastos injustificados y déficits presupuestarios excedidos: este es el sombrío panorama que emerge detrás de las fachadas del poder parlamentario congoleño.

Ante estas acusaciones, las reacciones de los principales interesados ​​no se hicieron esperar. La oficina de Modeste Bahati Lukwebo, presidente del Senado, rechazó de plano las cifras presentadas por el CREFDL, calificando el informe de “falso” y “falso en todos los ámbitos”. Negaciones que legítimamente plantean dudas sobre el deseo real de transparencia y rendición de cuentas por parte de los líderes parlamentarios.

En este contexto de crisis de confianza, aumentan los llamamientos a una intervención externa e independiente. Maître Jean-Claude Katende, presidente de la Asociación Africana para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADHO), nos insta a pedir a la Inspección General de Finanzas (IGF) que audite los libros y establezca la verdad sobre estas prácticas cuestionables.

Para restablecer una gestión sana y transparente de las finanzas públicas en el Parlamento congoleño, el CREFDL formula varias recomendaciones. Pide, en particular, que se refuerce el papel de la Inspección General de Finanzas y del Tribunal de Cuentas en el control de los fondos especiales, las compras de vehículos y de edificios, así como el control de los gastos relacionados con el personal..

En conclusión, este escándalo financiero en el Parlamento de la República Democrática del Congo pone de relieve la urgencia de fortalecer los mecanismos de control, transparencia y rendición de cuentas dentro de las instituciones gubernamentales. Sólo una voluntad política afirmada y una vigilancia ciudadana constante pueden poner fin a los excesos presupuestarios y restaurar la confianza de los ciudadanos en sus representantes.

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