La elegibilidad de Jacob Zuma: una cuestión crucial para la democracia sudafricana

En una escena cautivadora en el corazón de Johannesburgo, Jacob Zuma se dirigió a los miembros del partido uMkhonto weSizwe (MK) en el tribunal superior el 11 de abril de 2024. Una fotografía sorprendente captura el momento y refleja la importancia de este evento en las noticias sudafricanas.

El Tribunal Constitucional pidió recientemente a la Comisión Electoral de Sudáfrica (IEC) y al partido MK que presentaran observaciones sobre la importancia de un comentario de la comisionada Janet Love sobre la elegibilidad de Jacob Zuma para el parlamento.

En una directiva emitida recientemente, el Tribunal concedió a ambas partes hasta las 5 p.m. del martes para presentar sus argumentos sobre el asunto. Fundamentalmente, se trata de si una declaración de Love en enero de que los antecedentes penales de Zuma «podrían obstaculizar su candidatura» al parlamento en las elecciones de mayo socavó la decisión posterior de la comisión de que no era elegible.

El Tribunal planteó la cuestión de si el hecho de que Love no expresara una opinión sobre la elegibilidad de Zuma debería haberla llevado a abstenerse de participar en la determinación de la elegibilidad de la Comisión Electoral. Esta reflexión plantea la cuestión de si su participación afectó la validez jurídica de la decisión de la comisión y si el Tribunal puede intervenir en este asunto.

La audiencia del viernes pasado ante el Tribunal Constitucional se centró en la apelación urgente del IEC contra un fallo del mes pasado del tribunal electoral que anuló su decisión de descalificar a Zuma. Según la comisión electoral, las objeciones a su candidatura fueron aceptadas porque su condena de 15 meses de prisión por desacato al tribunal le impidió convertirse en diputado.

Zuma y el partido MK habían argumentado ante el tribunal electoral que la respuesta de Love a la pregunta de un periodista sobre su elegibilidad creaba un temor razonable de parcialidad. El IEC, en una declaración jurada presentada ante la Corte Constitucional, argumentó que este elemento era una de las razones que justificaban el acceso directo a la Corte Suprema.

La CEI subrayó que «la importancia de que una institución como la comisión no se vea obligada a celebrar elecciones bajo un velo de parcialidad que favorezca a una de las partes». También afirmó que si la apelación no se decidía antes del día de las elecciones, existiría el riesgo de que una decisión errónea del tribunal electoral creara un resultado electoral controvertido, ya que se habría permitido presentarse a una persona no calificada, en violación de las normas. la Constitución.

La cuestión de la elegibilidad de Zuma o no «afecta la decisión que millones de votantes deberán tomar en las urnas». Los abogados de Zuma argumentaron, entre otras cosas, que la prohibición no se aplicaba a él porque había sido encarcelado injustamente por el Tribunal Constitucional..

El debate ocupó un lugar central durante los argumentos orales del viernes, con el abogado de la IEC refutando enérgicamente: «No hay absolutamente ningún debate de que, según la ley sudafricana, el desacato al tribunal es un delito como cualquier otro delito. Ya lo has dicho cuatro veces. Hoy no tienes motivos para desviarte de él”, afirmó el abogado Tembeka Ngcukaitobi.

Este complejo y fascinante asunto ha despertado el interés de la población sudafricana y ha planteado cuestiones cruciales sobre la transparencia y la integridad del proceso electoral. El resultado de este caso tendrá un impacto significativo en la democracia del país y en la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.

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