La modernización del aeropuerto internacional de N’Djili es objeto de un controvertido contrato entre la Régie des Voies Aires (RVA) y la empresa turca MILVEST. Esta situación suscita preocupación en el seno de la Fuerza Sindical del Congo (FOSYCO), que considera que el contrato es leonino y desventajoso para la República Democrática del Congo.
Según Trésor Kapya, secretario general de FOSYCO, MILVEST sólo se beneficia de los derechos derivados de este contrato, mientras que la RDC se ve obligada a asumir obligaciones. De hecho, la firma turca sólo pagaría a la RVA una cantidad anual de 10 millones de dólares, mientras que esta última genera entre 60 y 70 millones de dólares cada año. Además, antes de que este contrato pueda implementarse, la RVA tendría que rescindir todos los contratos de sus trabajadores, lo que resultaría en sanciones si la República no cumple con las cláusulas.
Esta situación hace temer que la RDC ceda la gestión del RVA a extranjeros durante 29 años, poniendo así en peligro la soberanía nacional. Trésor Kapya también expresa su preocupación por la actual situación de guerra en la República Democrática del Congo, donde confiar la gestión de fronteras a extranjeros puede resultar preocupante.
Como alternativa, Trésor Kapya propone que el gobierno financie la modernización de la RVA con sus propios fondos o abra su capital a inversiones público-privadas. Esta solución permitiría mantener la soberanía nacional garantizando al mismo tiempo la modernización del aeropuerto.
Es esencial que el gobierno tenga en cuenta las preocupaciones de FOSYCO y examine cuidadosamente los términos de este contrato. La modernización del aeropuerto de N’Djili es ciertamente necesaria, pero es fundamental garantizar que no comprometa el interés nacional y la soberanía del país. La transparencia y la distribución justa de los beneficios deben estar en el centro de cualquier negociación futura para garantizar el desarrollo económico y social de la República Democrática del Congo.