Mozambique se dispone a adoptar un innovador plan de transición energética que se extenderá hasta 2050, con el objetivo de asegurar inversiones de alrededor de 80 mil millones de dólares.
Esta estrategia integral tiene como objetivo impulsar al país hacia un futuro más sostenible fortaleciendo la capacidad de energía renovable y garantizando una mayor disponibilidad de electricidad.
Se espera que el presidente Filipe Nyusi presente formalmente este ambicioso plan energético a la comunidad internacional el 2 de diciembre en la cumbre climática COP28 en Dubai. El plan, aprobado por el Consejo de Ministros de Mozambique el 21 de noviembre, describe iniciativas cruciales que tendrán lugar entre 2023 y 2030.
Los elementos clave del plan incluyen un aumento sustancial de 2.000 megavatios de capacidad hidroeléctrica mediante mejoras a las instalaciones existentes y la finalización del Proyecto Hidroeléctrico Mphanda Nkuwa. Además, la estrategia enfatiza la expansión de la red eléctrica nacional y una transición significativa a los vehículos eléctricos para reducir las emisiones en el sector del transporte.
A partir de su entrada en el mercado del gas natural licuado en noviembre de 2022, Mozambique prevé que importantes descubrimientos de gas, junto con el potencial sin explotar de la energía renovable, sirvan como catalizadores del crecimiento económico. La implementación de este plan de transición energética es parte de los objetivos más amplios del país destinados a promover el desarrollo y sacar a millones de personas de la pobreza.
Este audaz plan de Mozambique demuestra el compromiso del país de desempeñar un papel activo en la lucha contra el cambio climático y promover un futuro más limpio y sostenible. La energía renovable desempeñará un papel clave en este esfuerzo, proporcionando beneficios tanto ambientales como económicos. Mozambique se está posicionando como líder regional en transición energética e inspirando a otros países a seguir su ejemplo.
Esta audaz decisión de Mozambique de centrarse en la energía renovable y comprometerse con un futuro más sostenible debería ser bienvenida y apoyada por la comunidad internacional. Demuestra que la transición energética es posible incluso en los países en desarrollo y que puede traer beneficios tanto económicos como ambientales.
Mozambique está trazando un camino hacia un futuro energético más limpio y seguro. Esperemos que otros países sigan este ejemplo y emprendan también el camino de la transición energética para un mundo mejor y más sostenible.