En el centro de la crisis humanitaria que azota la región de Kivu del Norte en la República Democrática del Congo se encuentran miles de familias desplazadas que viven en condiciones precarias. Entre estas familias, alrededor de 12.000 hogares, llegados desde octubre pasado, se encuentran sin asistencia en un lugar espontáneo en Bihambwe, en el territorio de Masisi.
Estos desplazados proceden de pueblos como Kitshanga, Burungu, Kausa, Petit Masisi, Ruvunda y han instalado un campamento improvisado en las colinas de Bihambwe, en el grupo de Matanda. Desafortunadamente, debido a los recurrentes enfrentamientos en sus zonas de origen, estas familias permanecen atrapadas en esta región, viviendo en refugios improvisados o bajo las estrellas.
La sociedad civil local está dando la voz de alarma sobre la crítica situación en la que se encuentran estas familias desplazadas. No sólo se ven privados de todo, sino que también están expuestos a importantes riesgos para su salud. De hecho, la falta de instalaciones sanitarias adecuadas hace que estas poblaciones sean vulnerables a las enfermedades.
Telesphore Mitondeke, relator general de la sociedad civil local, pudo comprobar de primera mano la desastrosa situación en la que viven estos desplazados. Pide una intervención humanitaria urgente para ayudarlos: “Varios miles de familias desplazadas languidecen en una pobreza sin precedentes; por ejemplo, el lugar donde se instaló el campamento de desplazados espontáneos en Bihambwe está repleto de al menos 12.000 hogares expuestos a su propio riesgo. , mujeres, ancianos, etc. Y sin instalaciones higiénicas, se trata de poblaciones expuestas a todos los riesgos posibles, por lo que es necesario adoptar medidas humanitarias urgentes, «es decir, que se preste asistencia a todas estas familias desplazadas».
Además del sitio de Bihambwe, otros miles de personas desplazadas se encuentran dispersas en otras zonas sin salida al mar de Masisi y también necesitan asistencia inmediata.
Esta trágica situación pone de relieve la importancia de la movilización humanitaria para satisfacer las necesidades de estas familias desplazadas. Es esencial implementar medidas concretas para garantizar su seguridad y proporcionarles alojamiento, alimentos, agua potable e instalaciones sanitarias adecuadas. Además, es necesario trabajar en colaboración con las autoridades locales y las organizaciones humanitarias para garantizar una asistencia continua y sostenible a estas poblaciones vulnerables.
Es hora de crear conciencia y tomar medidas concretas para ayudar a estas familias desplazadas a recuperar su dignidad y reconstruir sus vidas. Juntos podemos marcar la diferencia y ofrecer esperanza de recuperación a quienes más la necesitan.