“Fatshimetría”
Desde el año 2000 hasta 2023, Sudáfrica ha sido escenario de 488 asesinatos por motivos políticos. Estos actos atroces, en los que se ataca deliberadamente a personas por razones ideológicas o estratégicas, han sembrado el terror y la violencia en el país.
Según un informe de la Iniciativa Global contra el Crimen Organizado Transnacional (GI-TOC) escrito por Rumbi Matamba y Chwayita Thobela, en el año 2023 se registraron 131 asesinatos relacionados con el crimen organizado, la industria de los minibuses taxis, asesinatos políticos y asesinatos personales. Es alarmante que el número de estos actos haya disminuido ligeramente en comparación con el año anterior, pero sigue siendo un motivo importante de preocupación.
Los años electorales, ya sean municipales o nacionales, han visto un aumento de esta violencia, con 186 casos registrados en total. Estos asesinatos políticos, destinados a eliminar a los competidores por cargos electos, intimidar a los votantes o silenciar a quienes denuncian la corrupción, representan una amenaza directa a la democracia y los derechos civiles en Sudáfrica.
Los investigadores que recopilaron estos datos arrojan luz sobre el papel de los sicarios en un sistema de gobernanza criminal colaborativa. Parece que los actores políticos locales y los administradores gubernamentales están colaborando con delincuentes para eliminar a sus rivales, socavando así los principios democráticos del país.
La provincia de KwaZulu-Natal se ha visto especialmente afectada por los asesinatos políticos, con 19 casos registrados en 2023. Esta región, donde la violencia contra los concejales locales es endémica, pone de relieve la urgencia de tomar medidas concretas para proteger a quienes ejercen sus funciones democráticas.
Las elecciones nacionales de 2019 estuvieron marcadas por una escalada de violencia, con 42 incidentes registrados. Este patrón se repite en cada elección, poniendo de relieve una feroz competencia por puestos políticos y maniobras injustas destinadas a eliminar la competencia.
Mientras Sudáfrica se prepara para las elecciones del 29 de mayo, es imperativo que tomemos medidas para detener esta violencia por motivos políticos y proteger la integridad de los procesos democráticos. Lo que está en juego es inmenso y la preservación de la democracia y los derechos civiles debe ser una prioridad absoluta para garantizar un futuro pacífico y próspero para todos los ciudadanos sudafricanos.