En los vericuetos de la gobernanza universitaria nigeriana, la meticulosidad de los nombramientos de los consejos de administración de las instituciones terciarias ha causado recientemente una preocupación generalizada en la sociedad. Esta agitación, como una creciente ola de descontento, obligó al presidente Tinubu a ordenar una revisión completa de la lista de miembros propuestos, antes de la toma de posesión y la jubilación previstas para los candidatos el 31 de mayo.
Los nombres revelados por el Ministerio Federal de Educación para los cargos de presidentes, procancilleres y miembros de los consejos de universidades, politécnicos y escuelas superiores de educación han provocado una ola de reacciones públicas. Surgió una sensación de injusticia y falta de respeto por el principio de representatividad federal, ya que a algunos estados se les asignó sólo un representante, mientras que otros parecían beneficiarse de una proporción desproporcionada.
La reacción del pueblo nigeriano no tardó en resonar en los oídos del Presidente quien, a través de su Asesor Especial en Información y Estrategia, Bayo Onanuga, expresó la intención de corregir la situación. Se subrayó la voluntad manifestada por el Presidente de garantizar el estricto cumplimiento del principio de representación federal anclado en la Constitución. Este enfoque tiende a satisfacer las expectativas de una población preocupada por la justicia y la equidad, y sin concesiones en cuanto al respeto de los valores democráticos fundamentales.
En un momento en que la diversidad y la inclusión son esenciales para forjar una sociedad unida y progresista, es imperativo que los nombramientos para puestos de alto nivel reflejen la rica diversidad de la nación nigeriana. Como la educación es el motor del progreso y la transformación, es esencial que los órganos de gobierno de las instituciones de educación superior encarnen esta diversidad y promuevan una cultura inclusiva dentro de sus instituciones.
En definitiva, la promesa de revisar la lista de miembros de las juntas directivas de las instituciones educativas representa un paso hacia una gobernanza más transparente, equitativa y representativa. Demuestra el compromiso del gobierno de garantizar una representación justa y equilibrada, respetando plenamente los principios de democracia e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos de Nigeria.