El puente Lubi, que conecta las provincias de Kasaï Oriental y Kasaï-Central, fue escenario de una tragedia inesperada este domingo 26 de mayo. Un camión que venía de Kananga a Mbuji-Mayi chocó violentamente contra la estructura del puente antes de volcarse al río Lubi. El colapso del puente tiene importantes repercusiones económicas y pone de relieve una serie de problemas preexistentes.
Según testimonios recogidos en el lugar, fue la sobrecarga del camión la causa de este accidente. Los bienes transportados, incluido el maíz, se encuentran ahora esparcidos en las turbulentas aguas del río. Afortunadamente no se informó de ninguna muerte, pero varios heridos tuvieron que ser evacuados al hospital de Kena Nkuna, cerca de Kabeya-Kamwanga.
Théophile Kazadi Kalonji, presidente de la sociedad civil Kabeya-Kamwanga, destacó los peligros de tal tragedia, señalando como factores desencadenantes la sobrecarga del vehículo, la inexperiencia de su conductor y el deterioro del puente. También se destacó la falta de medidas de seguridad adecuadas en este tramo de la carretera nacional número uno (RN1), por lo que se solicitó la acción inmediata de las autoridades pertinentes.
El administrador territorial, Gilbert Lukusa Mbuyi, lanzó un llamamiento urgente al Gobierno central para encontrar una solución rápida a esta situación. La necesidad de reconstruir el puente de Lubi en condiciones óptimas de seguridad se ha convertido en una prioridad innegable. De hecho, es innegable el papel vital de esta infraestructura para el comercio y los intercambios entre las dos provincias.
El desastre del puente Lubi es un crudo recordatorio de los desafíos que enfrenta la infraestructura vial en la República Democrática del Congo. Subraya la importancia crucial de invertir en proyectos de mantenimiento y modernización para garantizar la seguridad de los usuarios y estimular el desarrollo económico regional. A la espera de que se adopten medidas concretas, este trágico incidente sigue siendo un símbolo de las deficiencias del sistema de carreteras congoleño y exige una acción colectiva y decidida para garantizar un futuro más seguro para todos los ciudadanos.