El aumento de los precios de la electricidad en Egipto ha provocado fuertes reacciones entre la población, a pesar de los recientes descubrimientos de nuevos yacimientos de gas natural que normalmente ayudarían a aliviar la carga del gobierno en el funcionamiento de las centrales eléctricas. Mohamed al-Hommosany, portavoz del Gabinete egipcio, respondió a las preguntas planteadas sobre este aumento de tarifas durante una entrevista telefónica con el canal satélite Al-Mehwar.
Destacó que a pesar de la producción nacional de combustibles locales, ésta sigue siendo insuficiente frente a las necesidades del Estado, lo que obliga a recurrir a las importaciones. De hecho, según sus palabras, las necesidades de petróleo y gas natural del país ascienden a 55 mil millones de dólares al año, mientras que la producción local sólo cubre 33 mil millones de dólares. En consecuencia, Egipto debe importar el equivalente a 22 mil millones de dólares al año, en particular para pagar las deudas de sus socios extranjeros involucrados en los trabajos de exploración, así como para la importación de productos petrolíferos.
El portavoz aclaró que el Estado soporta una pesada carga al subsidiar la electricidad y dijo que el gobierno ha puesto en marcha un plan gradual de cuatro años para eliminar los subsidios a la electricidad. Esta medida es crucial para asegurar la viabilidad financiera del sector energético y garantizar un suministro estable de electricidad a largo plazo.
Es innegable que la cuestión de los precios de la electricidad en Egipto plantea cuestiones importantes y revela la complejidad de los desafíos energéticos que enfrenta el país. En este contexto, es esencial lograr un equilibrio entre los imperativos económicos y las necesidades de los ciudadanos, promoviendo al mismo tiempo una gestión eficiente de los recursos energéticos para garantizar un futuro energético sostenible para Egipto.