El clima político en la India está actualmente marcado por un aumento de la retórica islamófoba durante la campaña electoral del primer ministro indio, Narendra Modi, lo que genera preocupación entre la comunidad musulmana del país. Si bien el número de votantes en las elecciones parece haber disminuido ligeramente respecto a las anteriores, Modi y su Partido Bharatiya Janata (BJP) parecen haber adoptado un enfoque de campaña más negativo, sin encontrar ninguna oposición real por parte de la sociedad civil o de las autoridades electorales.
Si en el pasado los partidarios del BJP han sido acusados a menudo de utilizar una retórica incendiaria contra los musulmanes en la India, parece que el propio Modi ha dado un nuevo paso durante esta campaña electoral. Los discursos que estigmatizan a los musulmanes y los retratan como una amenaza existencial para los hindúes se han convertido en parte integral de las intervenciones del Primer Ministro, sembrando así inquietud dentro de la comunidad musulmana del país.
Las declaraciones de Modi que califican a los musulmanes de «infiltrados» y los acusan, sin pruebas, de querer apropiarse de las riquezas del país o de participar en una llamada «jihad electoral» orquestada por la oposición, han suscitado fuertes reacciones. Muchos observadores señalan que esta retórica comunitaria, a veces oculta, se ha vuelto más directa y flagrante, poniendo de relieve el deseo del BJP de consolidar el voto hindú para garantizar su mayoría parlamentaria.
En una India donde la tasa de desempleo juvenil se acerca al 50% y donde las desigualdades se están ampliando, la estrategia de Modi de apelar a un nacionalismo hindú exacerbado plantea interrogantes sobre su deseo real de responder a los desafíos sociales y económicos del país. Mientras el BJP aspira a una victoria aplastante en las elecciones parlamentarias, la caída de la participación electoral y un resurgimiento de la oposición bien podrían desafiar el actual dominio político.
Por lo tanto, la situación política en la India está marcada por tensiones crecientes, alimentadas por un discurso discriminatorio y comunitario, que divide aún más a la sociedad en lugar de promover la unidad y la prosperidad para todos. Es esencial permanecer alerta ante tales abusos y dar voz a una visión inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural y religiosa de la India, garantizando así un futuro armonioso para todos sus ciudadanos.