Las películas africanas ocupan un lugar destacado en la 74ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, también conocido como Berlinale. Tres películas realizadas por cineastas africanos han sido seleccionadas para competir en la competición oficial de este prestigioso festival. Esta es una prueba más del auge del cine africano y de su reconocimiento en el panorama internacional.
Entre las películas en competición se encuentra “La Colline parfumée”, del director mauritano Abderrahmane Sissako. Después de una larga ausencia, Sissako regresa con una conmovedora historia de amor ambientada en China, protagonizada por un joven marfileño y el dueño de una tienda de exportación de té. Esta película explora los temas de la comunidad africana en el extranjero y las relaciones interculturales.
Otro cineasta africano en el punto de mira es Mati Diop. Tras ganar el Gran Premio del Festival de Cannes en 2019 por su película “Atlantique”, Diop presenta este año su nuevo documental titulado “Le Retour”. Esta película aborda un tema candente: la restitución de los tesoros del reino de Dahomey, arrebatados durante la colonización francesa y hoy en negociación con Benin.
El cine tunecino también está en el punto de mira con la directora Meryam Joobeur y su primera película “Me el Ain” (De dónde venimos). Túnez es desde hace varios años un verdadero bastión de la producción cinematográfica árabe y africana, y esta película da testimonio de la riqueza y la diversidad del talento cinematográfico tunecino.
Finalmente, Namibia tuvo una entrada destacada en la competición de la Berlinale gracias a la coproducción de la película “Pépé” del director dominicano Nelson Carlo de los Santos Arias. Esta película cuenta la historia de un hipopótamo traído de África para ser colocado en un zoológico en Colombia, destacando los desafíos del cautiverio de animales salvajes y las cuestiones éticas que surgen de él.
Estas películas africanas seleccionadas en la Berlinale demuestran la diversidad de historias y talentos presentes en el continente. También reflejan las preocupaciones y cuestiones sociales que animan el cine africano contemporáneo. Su presencia en este prestigioso certamen es una señal positiva para el futuro del cine africano y para su reconocimiento a escala internacional.