El 5 de junio de 2024, la República Democrática del Congo fue escenario de una reunión crucial del presidium de la Unión Sagrada, la coalición gobernante. Esta reunión, que se produce apenas una semana después de la publicación de la composición del gobierno, puso de relieve las persistentes tensiones y frustraciones dentro de la propia mayoría presidencial.
En el centro de los debates está la cuestión de la composición del gabinete ministerial. Los miembros de la Sagrada Unión expresaron abiertamente sus inquietudes y sugerencias durante este encuentro que duró más de tres horas. Se alzaron varias voces para resaltar los principales puntos de desacuerdo. Algunos grupos políticos cuestionan el cumplimiento de los principios inicialmente anunciados, en particular el de que cualquier grupo político que tenga al menos diez diputados debería tener al menos un puesto ministerial. Se han hecho críticas sobre la presencia de ciertas personas dentro del gobierno, consideradas no conformes con estos principios.
Otra crítica se refiere a la representatividad geográfica dentro del gobierno. Algunos miembros creen que todas las regiones del país deberían haber estado más representadas y denuncian la infrarrepresentación de algunas provincias como Maniema. Estas preguntas planteadas durante la reunión resaltan las tensiones y diferencias de opinión dentro de la Sagrada Unión.
Algunos miembros llegan incluso a sugerir una reorganización de la composición del gobierno incluso antes de la toma de posesión de la Asamblea Nacional, argumentando que el gobierno corre el riesgo de encontrar dificultades para obtener esta toma de posesión si persisten las preocupaciones actuales. Sin embargo, el entorno del presidente Félix Tshisekedi no tiene previsto revisar la actual lista de ministros. El Jefe de Estado se reunió recientemente con el Presidente de la Asamblea Nacional para discutir el proceso de investidura, que se vislumbra en el horizonte y podría hacerse efectivo el 11 de junio.
Esta reunión del presidium de la Sagrada Unión refleja las tensiones y problemas actuales dentro del país. Las discusiones en curso sugieren posibilidades de cambios dentro del gobierno, pero también resaltan los desafíos que enfrentará para obtener la aprobación de la Asamblea Nacional. El futuro político de la República Democrática del Congo todavía parece marcado por la incertidumbre y la necesidad de encontrar un equilibrio entre las diferentes fuerzas presentes.