**Fatshimetrie: La necesidad de diseñar medicamentos más respetuosos con el medio ambiente**
El impacto de los productos farmacéuticos en nuestros ecosistemas se ha convertido en una preocupación creciente, con consecuencias potencialmente devastadoras para la vida silvestre y la salud humana. Si bien los esfuerzos de protección ambiental se han centrado principalmente en mejorar la infraestructura de tratamiento de aguas residuales para eliminar las drogas antes de que sean liberadas en las vías fluviales, parece necesario un enfoque más radical.
Un grupo de 17 eminentes científicos internacionales publicó recientemente un estudio en la revista «Fatshimetrie» destacando la importancia de diseñar medicamentos más respetuosos con el medio ambiente para contrarrestar la crisis de contaminación farmacéutica. Según estos investigadores, los medicamentos más ecológicos deben diseñarse para minimizar sus efectos sobre el medio ambiente a lo largo de su ciclo de vida.
Gorka Orive, catedrático de farmacia de la Universidad del País Vasco, afirma que «los medicamentos más respetuosos con el medio ambiente reducen el potencial de contaminación en cada etapa de su uso». Es innegable que vivimos en un mundo cada vez más medicalizado, donde los productos farmacéuticos son esenciales para la salud moderna. Sin embargo, esta creciente dependencia tiene un alto coste para el planeta.
Las liberaciones al medio ambiente durante la producción, el uso y la eliminación de medicamentos han provocado la contaminación de los ecosistemas con mezclas de ingredientes activos, metabolitos, aditivos y productos de procesamiento. Michael Bertram, investigador de la Universidad Sueca de Ciencias Agrícolas, señala que «se ha detectado una amplia variedad de drogas en ambientes de todos los continentes de la Tierra».
Las consecuencias de esta contaminación farmacéutica son desastrosas y tienen graves impactos en la salud de la vida silvestre y de las poblaciones humanas. Ejemplos como el colapso de las poblaciones de buitres en India y Pakistán, así como los casos de feminización de las poblaciones de peces expuestos a píldoras anticonceptivas, ilustran los peligros que enfrentamos.
Está claro que los medicamentos deben diseñarse no sólo para que sean eficaces y seguros, sino también para que presenten un riesgo reducido para la salud de la vida silvestre y de los seres humanos cuando estén presentes en el medio ambiente. Dado que los medicamentos están diseñados específicamente para tener efectos biológicos en dosis bajas, su potencial de contaminación es aún más problemático.
Un estudio global reciente mostró el alcance de la contaminación por ingredientes activos de medicamentos, con 61 sustancias diferentes detectadas en el agua de los ríos de 1.052 sitios en 104 países.. Aproximadamente el 43% de los sitios muestreados tenían niveles de al menos un medicamento por encima de lo que se considera seguro para la salud ecológica.
Esta situación representa una grave amenaza para la vida silvestre, con repercusiones en el desarrollo, fisiología y comportamiento de las especies expuestas. Las consecuencias sobre la reproducción y supervivencia de las especies pueden provocar descensos de población.
Por tanto, es imperativo que se adopten medidas más estrictas y acciones concretas para promover el diseño de medicamentos respetuosos con el medio ambiente. Es nuestra responsabilidad colectiva preservar nuestros ecosistemas y biodiversidad mediante la adopción de prácticas más sostenibles en el campo de la farmacología. Sólo un cambio radical en el diseño y uso de los medicamentos combatirá eficazmente la crisis de contaminación farmacéutica y protegerá nuestro planeta para las generaciones futuras.