Caminando por las concurridas calles de Nairobi un día de julio de 2023, Beth, una madre valiente, solía vender sus productos como vendedora ambulante. Ese día, su vida dio un nuevo giro cuando fue arrestada por agentes del condado de Nairobi, a menudo llamados «kanjo», junto con varios otros vendedores ambulantes.
Citizen Digital, que cubrió su historia, informó que la llevaron a la comisaría de policía de Kamukunji, donde pasó la noche lejos de su hijo pequeño, con la esperanza de que sus problemas terminaran pronto y se reunieran.
Al día siguiente, Waithera fue procesada ante el Ayuntamiento y multada con 10.000 chelines o un mes de prisión.
Incapacidad para pagar la multa y el niño queda bajo el cuidado de la Sociedad de Protección Infantil de Kenia
Al no poder reunir la suma requerida, Waithera se encontró tras las rejas, con el corazón apesadumbrado, sin saber qué fue de su hijo.
Su única esperanza en ese momento era que la guardería donde dejó a su hijo lo cuidara bien hasta que se reunieran al final de su sentencia de prisión.
Cuando no pudo devolver a su hijo a la guardería después de su arresto y sentencia de prisión, el centro llamó la atención de la policía sobre el asunto.
Luego, el bebé fue entregado a la Sociedad de Bienestar Infantil de Kenia (CWSK).
“El 8 de agosto de 2023 me liberaron. Regresé a la guardería donde había dejado a mi bebé y me enteré de que la habían entregado a la policía dos días antes”, dijo Waithera, según Citizen Digital.
Investigación, prueba de ADN y reencuentro con su hija después de 9 meses
Tras su liberación, Waithera comenzó a buscar a su hijo en la guardería, luego en la comisaría, antes de finalmente ser remitida a la Sociedad de Bienestar Infantil de Kenia (CWSK).
Tomó medidas para recuperar a su hijo, incluida una prueba de ADN para confirmar su parentesco y medidas para dar seguimiento a su arresto.